Los sindicatos instan a los miembros del CAD a adaptar sus respuestas a la COVID-19 conforme a la magnitud de la crisis.

La Red Sindical de Cooperación al Desarrollo de la Confederación Sindical Internacional (CSI/RSCD) y la Comisión Sindical Consultiva ante la OCDE (TUAC) han reaccionado de forma conjunta a la respuesta de los miembros del Comité de ayuda al desarrollo (CAD) de la OCDE ante los retos futuros para el desarrollo que supone la crisis económica y social desencadenada por la pandemia de COVID-19 en todo el mundo.

La pandemia del coronavirus está pasando factura en todo el mundo y a los sindicatos cada vez les preocupa más la enorme vulnerabilidad de los países en desarrollo frente a las devastadoras consecuencias económicas y sociales de la pandemia. Ya hay pronósticos que apuntan a una recesión mundial peor que la de 2008-2009 y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) subraya que en 2020 podría haber 35 millones más de trabajadores pobres. Las medidas de prevención, como confinamientos totales o parciales, que han aplicado los gobiernos para frenar la propagación del virus han afectado al 81% de los trabajadores de todo el mundo. Estas medidas tienen consecuencias negativas en los ingresos y medios de vida de las poblaciones de los países en desarrollo que, además de tener que hacer frente a la pandemia, están luchando por superar graves retos para su desarrollo, como la pérdida de empleo, el déficit de trabajo decente, los bajos niveles de salud y seguridad en el trabajo, los altos niveles de informalidad y el acceso muy limitado a la asistencia sanitaria y la protección social.

A la luz de esta situación, la CSI/RSCD y la TUAC han respondido a la Declaración conjunta del CAD sobre la pandemia de COVID-19, de fecha 9 de abril de 2020. Los sindicatos consideran que la respuesta del CAD no aborda de forma adecuada los retos a los que se enfrentan el mundo y la cooperación para el desarrollo como consecuencia de la pandemia.

Los sindicatos lamentan que el CAD solo se comprometa a ”trabajar para proteger” los presupuestos de ayuda oficial al desarrollo (AOD) en momentos en que los fondos de AOD son más necesarios que nunca. Por ese motivo, los sindicatos piden a los miembros del CAD que amplíen su respuesta para abordar de forma adecuada la magnitud y urgencia de la catástrofe económica y social generada por la pandemia de COVID-19.

En concreto, los sindicatos instan a los miembros del CAD a:

El papel fundamental del ODS 8 en la recuperación tras la crisis de COVID-19

En relación con los ODS, los sindicatos subrayan que “ahora, los ODS son más importantes que nunca y son fundamentales para la recuperación, la reconstrucción y la resiliencia durante esta crisis y después de ella” y que, por lo tanto, los miembros del CAD deben dirigir ayuda financiera a Objetivos concretos, como el ODS 8, que son centrales en la Agenda 2030 y en la reconstrucción de las economías y los lugares de trabajo.

El ODS 8 (sobre trabajo decente y crecimiento inclusivo) es uno de los Objetivos cruciales en la respuesta inmediata a la crisis. Será clave tanto para las respuestas inmediatas a la pandemia –a través de la mejora de la salud y seguridad en el trabajo– como para superar la futura recesión, dado que coloca el Programa de Trabajo Decente en el centro de la Agenda 2030. Cada uno de los cuatro pilares del Programa de Trabajo Decente (creación de empleo, derechos laborales, protección social y diálogo social), junto a sus principios de equidad e igualdad de género, son esenciales para abordar la crisis de un modo global que permita superarla de forma justa y sostenible.

La década de acción para el logro de los ODS se ha detenido en la línea de salida. Los miembros del CAD deben actuar rápidamente y ampliar la AOD para que el mundo pueda avanzar y evitar una crisis aún mayor.

Declaración sindical: El CAD debe incrementar la AOD y la eficacia de las respuestas para salvar vidas y medios de subsistencia