Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19: Se ponen de relieve importantes brechas globales en cuanto a la provisión de EPP y lugares de trabajo seguros para proteger a los trabajadores de la propagación del COVID-19.

Conforme se van levantando las medidas de confinamiento, con la reapertura parcial de lugares de trabajo, conviene destacar las disposiciones adoptadas por gobiernos y empleadores para proteger a los trabajadores frente al COVID-19 al irse reincorporando al trabajo. Los sindicatos en tan solo uno de cada cinco países (21%) califican las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores de la propagación del virus como buenas. En la mayoría (54% o 58 países) las medidas de protección adoptadas se consideran regulares. En 26 países (24%) las medidas de protección adoptadas se consideran malas.

Los resultados de la tercera Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19 –realizada entre el 20 y el 23 de abril de 2020 y en la que participaron 148 sindicatos de 107 países, incluyendo 17 países del G20 y 35 de la OCDE– ponen de relieve las brechas existentes en cuanto al acceso a lugares de trabajo seguros y las preocupaciones globales respecto a la aportación de equipo de protección personal para el personal sanitario y de cuidados.

“Preparar a los trabajadores para un retorno seguro al trabajo, en consulta con los sindicatos, es un paso crítico en la respuesta a la pandemia del COVID-19.

Los trabajadores necesitan que el COVID-19 se reconozca oficialmente como enfermedad profesional y que los Gobiernos exijan que se registren y se informe sobre los casos relacionados con el trabajo, además de establecer sistemas de compensación y la aportación de cuidados médicos para las víctimas de COVID-19 que hayan contraído la enfermedad en el trabajo y para sus familias. Los Gobiernos de Alemania, Australia, Dinamarca y Malasia están mostrando el camino adecuado, otros deberían seguir su ejemplo.

A nivel mundial, la salud y seguridad en el trabajo debe ser incluida por la Organización Internacional del Trabajo como un derecho fundamental, con normas internacionales destinadas a proteger a los trabajadores”, indicó Sharan Burrow, secretaria general de la Confederación Sindical Internacional.

Prácticamente uno de cada cinco países (17%) está considerando la reapertura parcial de lugares de trabajo, comercios y espacios comunes.

De los 19 países que tienen prevista una reapertura parcial o total de actividades:

  • Únicamente en cinco se considera que las medidas de protección previstas para los trabajadores son buenas.
  • En seis se considera que las medidas de protección son malas.
  • En ocho se calificarían las medidas de protección de regulares.

En las Américas en 44% de los países se piensa que las medidas para garantizar lugares de trabajo seguros son malas, y en África en 41% de los países se considera que la seguridad en los lugares de trabajo es mala. Tan sólo en 25% de los países de Europa se califican las medidas adoptadas para proteger a los trabajadores de la propagación del virus como buenas.

Aunque muchos países siguen teniendo que hacer frente a elevados niveles de contagios y fallecimientos, la escasez de equipo de protección personal (EPP) para el personal sanitario y de cuidados es un problema grave en la mayoría de los países.

Menos de la mitad (49%) de los países indicaron que se dispone siempre o a menudo de suministros adecuados de EPP para todo el personal sanitario y de cuidados que está respondiendo al virus. En 51% de los países indicaron que los suministros de EPP resultan en ocasiones, rara vez o nunca adecuados, poniendo de manifiesto los riesgos a que se exponen millones de los trabajadores sanitarios y de cuidados que están en primera línea respondiendo a la pandemia.

“Trabajadores y trabajadoras en primera línea, incluyendo personal sanitario y de cuidados, están arriesgando sus vidas para cuidar de pacientes afectados por el COVID-19. Los fallos en el suministro adecuado de EPP hace que tanto trabajadores como pacientes y la comunidad en general estén corriendo riesgos innecesarios, lo que condujo a la presentación de una demanda del sindicato de enfermeras New York Nurses Association, en los EEUU. Con ocasión de la Jornada Internacional de Conmemoración de los Trabajadores recordamos a todos aquellos que murieron en el trabajo o a causa de enfermedades laborales, reiterando el compromiso de luchar por los vivos. Es necesario garantizar el suministro de EPP para los trabajadores y trabajadoras, y el G20 debería responsabilizarse de asegurar que los flujos comerciales de este tipo de productos no estén restringidos y que los precios permanezcan estables”, aseveró Sharan Burrow.

La Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19, que incluye el seguimiento de datos de países que respondieron a la encuesta durante la semana del 20 al 23 de abril, reveló que:

  • La mayoría de los países (61%) intentan contener la propagación del virus con medidas de confinamiento a nivel nacional, incluyendo el cierre de establecimientos escolares y de comercios no esenciales.
  • La mayoría (54% o 58 países ) piensan que su gobierno está respondiendo bastante bien, mientras que en apenas 12% (13 países) piensan que está respondiendo muy bien.
  • En 34% (36 países) se considera que el gobierno está respondiendo mal. De éstos, 27 (25%) considera que está respondiendo mal y 9 (8%) que está respondiendo muy mal.
  • En poco más de la mitad (51%, o 55 países) se piensa que los empleadores están respondiendo mal a las necesidades de los trabajadores. Nueve países (8%) piensan que los empleadores están respondiendo muy mal a las necesidades de los trabajadores.

“En muchos países, los esfuerzos se concentran en mantener las medidas establecidas por los gobiernos respecto a la protección de salarios e ingresos, mientras que en muchos casos la lucha por obtener garantías de trabajo decente, con empleo, ingresos y protección social, no ha hecho sino intensificarse. El diálogo social entre sindicatos, empleadores y gobiernos resulta crucial. El mundo no puede volver a la situación previa, como si nada hubiera pasado – los planes de recuperación han de garantizar un futuro socialmente justo”, concluyó la Sra. Burrow.

- FIN -

Resultados de la Tercera Encuesta Mundial de la CSI sobre el COVID-19.