Día Internacional del Migrante

Con ocasión del Día Internacional del Migrante, que se celebra hoy, la Confederación Sindical Internacional (CSI) desea dejar constancia de la enorme contribución que realizan los migrantes a la vida económica, cultural y social. Según la ONU, alrededor de 270 millones de personas, lo que representa en torno al 3,5% de la población mundial hoy en día, son migrantes.

“La migración ha sido siempre, y continúa siendo, absolutamente esencial para el progreso humano en todo el mundo. La difamación, el acoso y la discriminación que infligen algunos Gobiernos y políticos a los migrantes y refugiados resultan totalmente vergonzosos. Son ya demasiados los Gobiernos que recurren al racismo y la xenofobia para cubrir sus propias deficiencias y que se aferran al poder apoyándose en denostar a aquellos que vienen de otros países. Esto no sólo ocasiona una fractura social, sino que además hace que los migrantes resulten más vulnerables a la explotación en el trabajo y a la exclusión social”, afirma la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow.

La CSI exhorta a los Gobiernos a ratificar e implementar las normas internacionales que protegen los derechos de los trabajadores migrantes, incluyendo los Convenios 97, 143, 189 y 190 de la OIT, así como una regulación para impedir que las agencias de contratación sigan obteniendo beneficios por prácticas inaceptables que dejan a los trabajadores migrantes a la merced de empleadores sin escrúpulos.
Se insta asimismo a los Gobiernos a aprender de la experiencia cotidiana de los sindicatos en la organización y representación de los trabajadores migrantes, y a apoyar los programas sindicales que buscan conectar a distintos sindicatos en países de origen y destino de migrantes.

“Desde las demandas para el desmantelamiento del sistema de la kafala en los Estados del Golfo, a acciones de los sindicatos destinadas a salvaguardar los derechos de los trabajadores migrantes, hay multitud de buenos ejemplos sobre cómo asegurar que emigrar a otro país para trabajar resulte beneficioso no sólo para los empleadores que empleen a esos migrantes, sino también para las familias y las comunidades en sus países de origen. Ahora, cuando el cambio climático empuja ya a millones de personas a abandonar sus hogares –lo que viene a sumarse a los desplazamientos de la población ocasionados por la pobreza y por conflictos–, el mundo tiene que establecer procesos multilaterales que resulten realmente efectivos. Esto implica respetar los derechos de los migrantes tal como están definidos en las leyes internacionales, así como una acción ambiciosa respecto al cambio climático y la pobreza, y promover la paz. Sin estabilidad ni oportunidades, a muchísimas personas no les queda otra opción que abandonar sus hogares”, concluye la Sra. Burrow.