El poder incontrolado de Amazon es examinado por un grupo internacional de sindicatos, expertos fiscales, reguladores, activistas y legisladores

El simposio de Bruselas fue el primero de este tipo que destaca el creciente control que ejerce Amazon sobre las economías y las sociedades.

El consolidado dominio de Amazon sobre una creciente franja de la vida moderna fue analizado con lupa hoy durante un simposio organizado por las internacionales sindicales, UNI Global Union y la Confederación Sindical Internacional (CSI).

Por primera vez, sindicatos, formuladores de políticas, activistas y académicos celebraron una reunión mundial para examinar las regulaciones apropiadas y otro tipo de control sobre el poder de Amazon en una era de predominio tecnológico.

“El contrato social de Amazon se rompe cuando los trabajadores carecen de importancia, cuando se les niegan sus derechos, ya que amenaza nuestras economías, la democracia y contribuye con niveles peligrosos de emisiones a la crisis climática. Amazon está al tanto de que su omnímodo poder, en desafío a la normativa nacional, ahora se encuentra en el punto de mira", señaló Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

“Amazon ha adquirido una influencia sin precedente y presenta una amenaza sin precedente. Sus prácticas comerciales erosionan las normas del trabajo, los mercados y nuestro medio ambiente”, afirmó Christy Hoffman, Secretaria General de UNI Global Union.

“Este simposio es un paso necesario para reunir el poder de las partes interesadas en relación con todas estas cuestiones y a lo largo de todos los continentes con el fin de que la empresa cumpla con sus responsabilidades sociales. Hoy, estamos avanzando hacia un entendimiento común sobre los efectos del poder de Amazon y también sobre los peligros que entraña permitir que una de las corporaciones más grandes del mundo, dirigida por el hombre más rico del mundo, tome las decisiones que determinan nuestro futuro", aseguró Hoffman.

Cinco paneles discutieron el historial de Amazon sobre los derechos sindicales y el pago de impuestos, su poder de monopolio, vida privada y derechos digitales y la respuesta de Amazon a la crisis climática.

Werner Stengg, Jefe de la Unidad de Comercio Electrónico y Plataformas de la DG Connect (Comisión Europea) y miembro del gabinete de Margrethe Vestager, una de las principales reguladoras de la competencia en Europa pronunció un discurso de fondo. Entre los participantes estuvieron presentes los eurodiputados Evelyn Regner e Iban García del Blanco, así como Peter Eberl, subdirector de la Unidad de Ciberseguridad y Política de Privacidad Digital de la Comisión Europea, representante de BEUC, Ursula Pachl, sindicatos y ONG.

Evelyn Regner, eurodiputada del S&D de Austria, indicó en la reunión: “en tanto que gigante digital, Amazon ha trastornado el mundo de la venta minorista. Es amargo constatar, sin embargo, que el nombre de la empresa ahora es sinónimo de dumping de precios y de una tremenda presión sobre los trabajadores. Además, Amazon es el campeón mundial en lo que se refiere a una planificación fiscal creativa. En 2018, Amazon obtuvo ganancias por más de 11.000 millones de dólares estadounidenses, pero pagó cero impuestos sobre sus ingresos en EE.UU. Se calcula que Amazon evitó 250 millones de euros en impuestos sobre sus ingresos europeos entre 2006 y 2014. Estas cifras muestran cuán fragmentado está el sistema tributario global y cuán urgentemente necesitamos una reforma fundamental. En el contexto europeo, esta situación exige la introducción inmediata de un impuesto digital real y medidas para poner alto a la destructiva competencia fiscal entre los Estados miembros".

En un mensaje de video, el diputado Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista del Reino Unido, señaló: "Amazon es una empresa de un billón de dólares, que es propiedad y está controlada por uno de los hombres más ricos del mundo: Jeff Bezos. El trato de la empresa hacia sus trabajadores es deshumanizante, y estos no deberían tener que padecer la inseguridad de sus prácticas laborales en los centros de distribución de Amazon y sus actividades de distribución en las ciudades, aquí en el Reino Unido ni en el mundo entero. Amazon no solo está fallando a sus trabajadores, sino que tampoco paga su parte justa de impuestos. Piensen solamente en que si Amazon pagara los impuestos que debe, ¿cuántos médicos podrían contratarse? ¿cuántas nuevas enfermeras? ¿podríamos contar con cuántos docentes más?

Desde los Estados Unidos, Stacy Mitchell, codirectora del Institute for Local Self-Reliance (Instituto para la autosuficiencia local), Abdi Muse, director ejecutivo del Awood Center en Minneapolis, y Stuart Appelbaum, presidente de la Alianza Global de Amazon, dieron ideas sobre las luchas contra Amazon originadas en EE.UU., donde Amazon tiene su sede.

Mientras en Estados Unidos, los políticos se enfrentan a estos problemas en el período previo a las elecciones de 2020, los sindicatos exhortan a los líderes políticos en Europa a cumplir con el compromiso de la Unión Europea con un contrato social renovado en base a las siguientes medidas:

  • Fragmentar Amazon con la reforma de la política de competencia;
  • Regular un piso de protección laboral para todos los trabajadores/as según lo acordado en la Declaración del Centenario de la OIT;
  • Asegurar que el impuesto sobre sociedades se pague donde se obtengan los beneficios;
  • Proteger la privacidad de los datos individuales y nacionales para garantizar el consentimiento, la indemnización y la responsabilidad de la extracción de nuestra información por parte de la empresa.

“La competencia leal, la privacidad, la fiscalidad, los derechos humanos y sindicales a la par de la libertad sindical y la negociación colectiva no son principios y normas obsoletos. Amazon debe dividirse y ser obligada a respetar el contrato social como base para hacer negocios”, concluyó Sharan Burrow.