La resolución de la crisis política de Bolivia tiene que pasar por las urnas

photo: Cancillería del Ecuador (CC BY-SA 2.0)

La CSI condena la injerencia militar en el proceso electoral de Bolivia. Tras una importante alteración del proceso democrático y el Estado de derecho, el presidente de izquierda del país, Evo Morales, se ha visto obligado a dimitir y acaba de huir del país temiendo por su vida.

Morales, el primer presidente indígena de Bolivia, cuyas políticas sacaron de la pobreza a cerca de una cuarta parte de la población del país, ha sido forzado a dimitir presionado por altos cargos del Ejército. La noticia llega tras las amenazas de muerte que ha venido recibiendo y tras diversas agresiones violentas sufridas por ministros, diputados y sus familias.

“Ningún presidente electo debería verse obligado a dimitir del cargo por órdenes militares. La democracia no funciona así. La solución es el proceso electoral, no la intervención de dirigentes militares. El hecho que Morales haya tenido que huir del país temiendo por su vida, interrumpiendo abruptamente su mandato presidencial, deja patente el carácter antidemocrático de lo que está sucediendo en el país”, ha expresado la secretaria general de la CSI Sharan Burrow.

Tanto la Administración Trump como la Organización de los Estados Americanos (OEA) han recibido duras críticas por publicar declaraciones que socavan el sistema electoral boliviano. El Gobierno de Morales, con sus políticas en favor de los pobres, se ha opuesto abiertamente en el escenario internacional a las políticas neoliberales de los Estados Unidos.

Evo Morales fue elegido por primera vez presidente en el año 2006. Durante sus tres legislaturas ha contribuido a reducir considerablemente la pobreza, que ha pasado del 59,9% al 34,6% en 2017, y a reducir la pobreza extrema en más de la mitad durante el mismo período. A través de sus políticas inclusivas, asignó presupuestos enormes a la sanidad, a la educación y a proyectos de electrificación, lo que ha permitido reducir los índices de analfabetismo del 13,28% en 2001 al 3,8% en 2014 (años de censos).

El presidente Morales ha solicitado la convocatoria de nuevas elecciones para que el pueblo boliviano pueda decidir lo que quiere. Este llamamiento ha de ser respetado, motivo por el cual la CSI pide a la comunidad internacional que le apoye y supervise unas elecciones pacíficas.

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