EE.UU.: una administración antisindical socava la aplicación de la legislación laboral y viola los derechos fundamentales de los trabajadores

La CSI presenta hoy su informe semestral sobre las normas fundamentales del trabajo en los EE.UU., para coincidir con el examen de las políticas comerciales de los EE.UU. en la OMC, que tendrá lugar los días 9 y 11 de junio.

Bruselas, 9 de junio de 2008: La CSI presenta hoy su informe semestral sobre las normas fundamentales del trabajo en los EE.UU., para coincidir con el examen de las políticas comerciales de los EE.UU. en la OMC, que tendrá lugar los días 9 y 11 de junio. El informe pone de manifiesto que la protección de los trabajadores es deficiente y empeora sin precedentes. En las esferas de los derechos sindicales y el trabajo infantil, en particular, se observa que siguen teniendo lugar graves violaciones.

EE.UU. niega a importantes colectivos de trabajadoras y trabajadores el derecho a organizarse. Estos incluyen a los trabajadores agrícolas, numerosos trabajadores del sector público, los trabajadores domésticos, los supervisores y contratistas por cuenta propia. Por otra parte, para la mayoría de los trabajadores y trabajadoras del sector privado resulta sumamente difícil formar sindicatos, y la presión antisindical por parte de los empleadores es frecuente. El informe señala que existe una enorme industria de servicios para aplicar las políticas antisindicales, cuyo objetivo es socavar la organización sindical. Un 82% de los empleadores contratan a este tipo de empresas, que emplean todo un amplio abanico de tácticas antisindicales. Asimismo, los empleadores obligan a los trabajadores a escuchar propaganda antisindical y los amenazan con el cierre de la empresa en caso votar en favor de la formación de un sindicato.

“La administración estadounidense, en lugar de ser un paladín en lo que respecta a la protección de los derechos de los trabajadores así como en materia de salarios y condiciones de trabajo decentes, intenta negar a millones de trabajadores de los Estados Unidos la libertad de afiliarse a un sindicato y de negociar colectivamente. Esta actitud perjudica a los trabajadores y trabajadoras de EE.UU., y también ejerce un impacto negativo sobre los derechos de los trabajadores en otros países", declaró el Secretario General de la CSI, Guy Ryder.

Las nuevas cifras del Departamento de Trabajo de EE.UU. muestran que la administración Bush ha estado coartando aún más la aplicación de la ley, cuyo gasto medio actual es de solamente 26 dólares estadounidenses por empleador, cuando el gasto que implica una rigurosa supervisión de las actividades sindicales asciende a una media de 2500 dólares por sindicato/ sección sindical.

El informe señala además que la Ley sobre la libre opción del trabajador, que corregiría algunos de los desequilibrios a los están sujetos los trabajadores, fue bloqueada por los republicanos del Senado el año pasado a pesar de haber sido aprobada por la Cámara de Representantes y haber ganando el apoyo de la mayoría en el Senado. Por otra parte, la Junta Nacional de Relaciones Laborales tomó una serie de decisiones el año 2007 que suprimen varias protecciones en favor de los trabajadores y debilita los ya ineficaces recursos internos. Entre estas decisiones hay una que hace aún más difícil para los trabajadores ilegalmente despedidos recuperar retroactivamente su salario. Otra, facilita la discriminación contra los trabajadores y trabajadoras representantes sindicales.

Son numerosos los casos en los que el problema del trabajo infantil no se aborda eficazmente en los EE.UU., especialmente en la agricultura, y aún menos las condiciones peligrosas a las que están expuestos los niños. Muchos de estos niños son trabajadores agrícolas migrantes, a menudo latinoamericanos. No se ha mostrado responder suficientemente a la urgencia de aprobar la Ley para el empleo responsable en el caso de los niños (CARE, por sus siglas en inglés) que actualmente se encuentra ante el Subcomité de Protección Laboral de la Cámara de Representantes. Esta ley impondría normas para los niños que trabajan en la agricultura en consonancia con las normas de otros sectores. Por otra parte, el informe indica que se carece de inspecciones en relación con el trabajo infantil.

En cuanto a la discriminación y la remuneración, el informe señala que las mujeres siguen cobrando menos que los hombres (80,8%), y que para la mayoría de las mujeres de color la diferencia es aún mayor. Las mujeres ganan menos en cada categoría profesional, inclusive en ocupaciones donde son más numerosas que los hombres. Las enfermeras y maestras de enseñanza primaria ganan un 10% menos que sus compañeros masculinos, aunque más del 80% de los efectivos son mujeres.

Por último, el informe señala que el trabajo forzoso sigue siendo un problema en los EE.UU., en particular el trabajo forzoso en la agricultura para los trabajadores migrantes y la industria manufacturera (la confección) en los territorios de ultramar de EE.UU., en particular, las Islas Marianas del Norte. Las condiciones de trabajo son muy duras y las prácticas de contratación a menudo dan lugar a la servidumbre por deudas.

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