55 muertos en un incendio en Marruecos a causa de la codicia de los empleadores y la negligencia de las autoridades

“Es un inevitable asesinato masivo resultado de la codicia del empleador y la negligencia de las autoridades", declaró Neil Kearney, Secretario General de la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestido y Cuero (FITTVC) inmediatamente después del trágico incendio que causó por lo menos 55 muertos, 35 de ellos mujeres, en la fábrica de colchones y mobiliario "Rosamor ameublement" en la periferia de Casablanca, primera ciudad económica del país.

Bruselas, 29 de abril de 2008: “Es un inevitable asesinato masivo resultado de la codicia del empleador y la negligencia de las autoridades", declaró Neil Kearney, Secretario General de la Federación Internacional de Trabajadores del Textil, Vestido y Cuero (FITTVC) inmediatamente después del trágico incendio que causó por lo menos 55 muertos, 35 de ellos mujeres, en la fábrica de colchones y mobiliario "Rosamor ameublement" en la periferia de Casablanca, primera ciudad económica del país.
Deberá juzgarse por asesinato a los responsables de este drama, los propietarios de la fábrica así como los funcionarios de las autoridades públicas responsables que pasaron por alto las violaciones de los derechos del trabajo y las normas de seguridad más elementales en esta fábrica, reclaman la FITTVC y la CSI.

Según testimonios de los supervivientes, se pagaba a los trabajadores y trabajadoras un salario inferior al mínimo. No se les registraba en la seguridad social y trabajaban en condiciones lamentables. Pese a la presencia de materias primas altamente inflamables, las ventanas y las puertas se cerraban con clave durante las horas de trabajo, según dicen para impedir la desaparición de materias primas, impidiendo así toda escapatoria al siniestro. Los extintores estaban vacíos.

Este terrible accidente tenía que pasar y podría ocurrir en cientos de otros lugares de trabajo en Marruecos, como en decenas de miles de otros lugares de trabajo en el mundo, en todos los lugares donde las fábricas textiles explotan a los trabajadores y trabajadoras e ignoran las normas de seguridad básicas mientras que las autoridades cierran los ojos ante estas verdaderas trampas mortales”, denunció Neil Kearney, quien también pide que se paguen indemnizaciones ejemplares a las familias de las víctimas y se preste una atención médica de la mejor calidad a los heridos.

Tras la noticia de que esta mañana todavía se produjo un nuevo incendio en otra fábrica textil de la periferia de Casablanca, especializada en la confección de cortinas, es “toda la industria marroquí, y en particular el sector de industria textil y de la confección” la que debe cambiar sus prácticas, con demasiada frecuencia contrarias a la legislación laboral, declaró Guy Ryder, Secretario General de la CSI.

En Marruecos, un porcentaje importante de trabajadores y trabajadoras no está registrado en la seguridad social, no recibe el salario mínimo legal, ni está cubierto por medidas de protección de la salud y la seguridad las más elementales.

Visto que lugares de trabajo tan peligrosos y empleadores tan irresponsables no aportan nada al desarrollo económico e industrial, la CSI se une a la FITTVC para pedir a las autoridades marroquíes que examinen rápidamente las condiciones de trabajo y seguridad en todas las plantas de producción y suspendan inmediatamente toda actividad que presente riesgos para la salud y la seguridad de los trabajadores y trabajadoras. Asimismo, que persigan a todo empleador que infrinja la legislación laboral, especialmente en lo relativo a salarios, horarios de trabajo y normas de seguridad.


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