El resumen de los dos días de debates quedaría reflejado en una declaración sobre paz, democracia y derechos humanos, adoptada por el Vaticano y los dirigentes sindicales. Reconoce la importancia central de la persona humana y el derecho a un trabajo decente con normas laborales universales para todos.
El actual modelo de globalización ha fallado a los trabajadores y trabajadoras, desembocando en niveles históricos de desigualdad que, combinados con la digitalización y el cambio climático, plantean numerosos problemas preocupantes para los trabajadores. La movilidad es uno de los desafíos más acuciantes de nuestros tiempos. Millones de mujeres, hombres y niños se ven obligados a abandonar sus hogares y sus familias a causa de las guerras, el hambre y la pobreza.
La declaración sentará las bases para negociar un nuevo contrato social entre gobiernos, empresarios y trabajadores. Se acordó lo siguiente:
La libertad sindical y la negociación colectiva son un derecho humano fundamental.
La campaña mundial de salarios de los sindicatos resulta primordial para garantizar que ningún trabajador cobre menos de un salario mínimo que le garantice poder vivir dignamente.
La protección social universal y la garantía de unos servicios públicos vitales resultan esenciales.
Las políticas extremistas, incluyendo xenofobia, racismo y toda forma de exclusión, deberán ser rechazadas en aras del bien común.
El incremento de la automatización, individualización, desigualdad, precariedad, desempleo masivo, pobreza, y el fenómeno de la exclusión y de “desechar” a las personas pone en peligro nuestro “hogar común”. Estas tendencias suponen importantes desafíos para todos los actores sociales e institucionales, en particular en relación con el mundo del trabajo.
“Los sindicatos acogen con beneplácito el liderazgo del Papa Francisco a favor de los derechos y la igualdad para todas las personas y en defensa de nuestro hogar común. En un mundo cada vez más fracturado, donde quedan pocos líderes gubernamentales que den preferencia a las personas, todos los líderes religiosos deben unir sus fuerzas con los sindicatos y la sociedad civil para negociar un mundo pacífico y socialmente justo. El 71º Aniversario de la Declaración de los Derechos Humanos de la ONU, que se celebra este año, resulta significativo, y esta declaración sienta las bases para un modelo inclusivo de desarrollo que aporte la dignidad del trabajo decente.
“Los seres humanos necesitan poder vivir y establecer una vida comunitaria justa y próspera a través de su trabajo, y las fuerzas económicas deberían estar al servicio de la humanidad y respetar el medio ambiente. A menos que construyamos un futuro compartido y sostenible, protegiendo y preservando derechos y oportunidades para las generaciones futuras, no estaremos defendiendo nuestros valores”, indicó Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional.
Lean la declaración Trabajo y Organizaciones de Trabajadores en el Centro de un Desarrollo Integral y Sostenible: https://www.ituc-csi.org/trabajo-y-organizaciones-de?lang=es