El acuerdo de paz en Colombia pone fin a décadas de conflicto, la guerra contra los sindicalistas debe acabar también

La CSI ha acogido con beneplácito el acuerdo de cese el fuego entre el Gobierno colombiano y las FARC, que anuncian el final de más de 50 años de conflicto que ha costado cerca de 200.000 vidas, 80% de las cuales eran civiles.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “Las negociaciones para consolidar el alto el fuego en vísperas del plegiscito para su ratificación, ha de ser inclusivo, con un acuerdo político basado en el pleno respeto de los derechos humanos, una economía que aporte empleos decentes y, un elemento crucial, que se ponga fin a la guerra contra los sindicalistas. Miles de dirigentes sindicales han sido asesinados, sencillamente por haber defendido derechos fundamentales. Poner fin a los constantes ataques contra sindicalistas e integrar el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores resultan esenciales para una democracia sostenible y una justicia económica. Colombia es uno de los países con mayores desigualdades económicas en el mundo. La libertad sindical y el derecho de negociación colectiva son la clave para combatir la desigualdad, y el diálogo social ha de constituir un elemento central del proceso desde su inicio. Los sindicatos colombianos han venido siendo unos firmes defensores de la paz a lo largo del conflicto, junto con otras organizaciones de la sociedad civil. Ahora deben desempeñar un papel destacado en la consolidación del alto el fuego y a la hora de trazar una nueva dirección para el país”.