Mauritania: el gobierno libera a activistas antiesclavistas y condena a dueños de esclavos/as

La CSI ha celebrado la liberación de activistas antiesclavistas y la reciente condena a dueños de esclavos/as como medidas en la dirección correcta, pero reconoce que a Mauritania todavía le queda un largo camino por recorrer. El país es uno de los violadores de derechos laborales más notorios del mundo, famoso por ser uno de los últimos bastiones de la esclavitud tradicional.

El martes, el Tribunal Supremo de Mauritania anuló la sentencia de un tribunal regional que ordenó enviar a prisión al activista antiesclavista Biram Dah Abeid, el cual ya había pasado más de un año entre rejas. El 11 de noviembre de 2014, el conocido activista antiesclavista fue detenido violentamente junto a su colega Brahim Bilal durante una manifestación pacífica para concienciar a la sociedad sobre el derecho a la tierra de los descendientes de esclavos/as.

Numerosas ONG de todo el mundo, los sindicatos mauritanos y el movimiento sindical internacional llevan mucho tiempo exigiendo su liberación. Tras ser liberado, Birham agradeció al movimiento sindical internacional la ayuda prestada.

Asimismo, el 16 de mayo, el Tribunal Especial para la Esclavitud anunció sus primeras condenas por el delito de esclavitud. Dos miembros de una poderosa tribu propietaria de esclavos/as fueron condenados a cinco años de prisión y obligados a pagar una indemnización. Aunque la condena de cinco años fue leve si se tiene en cuenta la gravedad de los delitos cometidos, el fallo judicial constituye el principio del fin de la cultura de la impunidad que ha permitido la explotación a una escala monstruosa.

En marzo de este año, Mauritania ratificó el Protocolo de 2014 de la OIT relativo al Convenio sobre el Trabajo Forzoso. Después de la firma de dicho protocolo, el gobierno debe desarrollar un plan de acción nacional, en consulta con los interlocutores sociales.

“Tras décadas de campañas, estas medidas constituyen el primer gesto concreto de un compromiso real por parte del gobierno”, aseguró la Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow. “Celebramos este cambio de actitud e instamos al gobierno mauritano a que siga avanzando, pues todavía queda mucho por hacer para que la sociedad mauritana erradique la lacra endémica de la esclavitud. La verdadera prueba será la inclusión e incorporación de los interlocutores sociales en el plan de acción del gobierno, junto al movimiento antiesclavista más amplio”.