Financiación del sector privado con AOD y eficacia del desarrollo

La ayuda al desarrollo está canalizada cada vez más a través instituciones financieras al desarrollo. Estas instituciones nacionales están particularmente solicitadas cuando se utiliza el dinero de ayuda al desarrollo para liberar aún más inversión. Cuando están bien utilizadas, estas herramientas tienen el potencial de permitir el desarrollo de los sectores de la economía de los países que, de otro modo, no atrajeran la inversión para fortalecerse y ampliarse. Sin embargo, esta publicación presenta una serie de deficiencias alarmantes en cómo operan estas instituciones que pueden impedir a los objetivos internacionales de desarrollo.

Este nuevo informe titulado ‘La eficacia del desarrollo en lo relativo al apoyo del sector privado con fondos AOD’ examina nueve Instituciones de Financiación del Desarrollo (IFD). Cinco estudios de casos sirvieron de base para el estudio, que encontró que las prácticas de las IFD resultan inadecuadas en relación con tres áreas esenciales:

Apropiación

La apropiación ha sido reiteradamente citada como un pilar fundamental del desarrollo. La mayoría de las IFD examinadas tenían políticas que manifestaban una preferencia a apoyar los intereses del país donante. Esto supone una clara contradicción con el objetivo de promover la apropiación local. En el caso de COFIDES (España) y OPIC (EE.UU.) llegan incluso a requerir que cualquier inversión realizada proteja los intereses de las empresas nacionales (donantes). Probablemente no sea una casualidad que estas dos sean las únicas IFD que en parte son propiedad de accionistas privados nacionales. Es necesario abordar la cuestión de la titularidad privada, ya que crea cierta parcialidad que podría obviamente terminar comprometiendo los intereses del desarrollo. El concepto de apropiación se extiende asimismo al establecimiento de los objetivos de los proyectos. Sin embargo, ninguna de las IFD requiere que los Gobiernos de los países en desarrollo o los interlocutores sociales sean consultados durante el diseño del proyecto.

Gestión de resultados

Para hacerse una idea adecuada e independiente del impacto en el desarrollo sobre el terreno, es necesario establecer estándares de rendimiento y sistemas de evaluación que sean accesibles. A menudo hay una dependencia excesiva en la elaboración de auto-informes y con limitados indicadores de evaluación. También se cuestiona la capacidad de los trabajadores/as para organizarse y presentar quejas a los órganos relevantes. Esto refleja un enfoque más amplio de las IFD respecto a las normas laborales, diferenciándolas de los objetivos de desarrollo. Esta visión es sintomática de un menosprecio general hacia los intereses de los trabajadores entre las IFD, que queda asimismo ilustrado por el hecho de que ninguna de ellas requiera que su consejo de administración incluya un representante de los trabajadores. Es un hecho ampliamente reconocido que los centros financieros extraterritoriales o paraísos fiscales tienen un impacto negativo en los países en desarrollo. Resulta por tanto sorprendente que el 75% de las inversiones de CDC (Reino Unido) pasaron a través de jurisdicciones que figuran entre las 20 más secretas a nivel fiscal.

Responsabilidad mutua

Por otro lado, la rendición de cuentas va sólo en una dirección. Es necesario que las distintas partes interesadas tengan acceso a información esencial y que se establezcan sistemáticamente mecanismos de reclamación, para que las opiniones de los beneficiarios puedan ser escuchadas. Las normas de presentación de informes son en general deficientes, lo que cuestiona la transparencia en la labor de las IFD.

En vista de estas conclusiones, el rendimiento actual de las IDF es insatisfactorio. Ejemplos de buenas prácticas podrían trazar la vía hacia un enfoque sostenible de la utilización de herramientas financieras para el desarrollo. Sumaremos nuestras voces a ese llamamiento.

El informe completo está disponible en: EN FR ES

Los estudios de casos pueden consultarse aquí: