Los sindicatos en el 4º Foro Político de la UE sobre el Desarrollo

El 4º Foro Político de la UE sobre el Desarrollo reunió a actores de todo el espectro del desarrollo en Bruselas. La RSCD coordinó la representación sindical en el foro de tres días que se celebró del 14 al 16 de marzo. Asistieron más de 160 personas que representaban a organizaciones de la sociedad civil (OSC), autoridades locales (AL), el sector privado y representantes de las instituciones de la UE y de Estados Miembros.

Representantes sindicales presentes: Haridasan Parayarikkal (ITUC AP), Anne-Cécile Coly (UNSAS, Senegal), Adrien Akouété (CSI Africa), Marita Gonzalez (CGT Argentina), Hilma Mote (CSI Africa), Gemma Arpaia (ISCOS-CISL, Italia), Karin Debroey (CSC Belgica), Anton Leppik (PERC-CSI) y Diego Lopez, Joan Lanfranco y Theo Morrissey de la CSI.

Tema 1: Revisión del Acuerdo de Asociación de Cotonú (AAC)

La revisión del AAC consistió en dos debates de expertos. El panel de la primera sesión estuvo integrado por un representante de DEVCO (Comisión Europea), la Secretaría ACP, el gobierno holandés y el SEAE. Contextualizando el debate, se decidió que los resultados del AAC se evaluarían basándose en los beneficios que hayan generado y centrándose sobre todo en los desafíos del futuro en lugar de evaluar el pasado. Los expertos coincidieron en la necesidad de desarrollar una nueva asociación según las nuevas tendencias en el mundo, incluido el cambio climático, la presión migratoria, el desarrollo económico y los ODS. Se formularon preguntas sobre la adecuación de los programas de gestión conjunta y los participantes debatieron el posible papel de las plataformas de múltiples partes interesadas como un instrumento más útil para abarcar diferentes objetivos. El representante del ministerio holandés de Asuntos Exteriores se opuso oralmente a la naturaleza vinculante desde el punto de vista jurídico de un nuevo acuerdo.

La segunda sesión tuvo un panel compuesto por seis expertos representantes de OSC y AL, entre ellos Anne-Cécile Coly, de la coalición sindical nacional de Senegal, que tomó la palabra. Se destacó que es difícil que se escuche la voz de la sociedad civil. Se sugirió que se podían abordar significativamente cuestiones como el desempleo, la protección social y la falta de trabajo decente favoreciendo una industria más sana en el nivel de base. Coly hizo hincapié en que para establecer una relación significativa y eficaz entre los trabajadores y empleadores los trabajadores deben tener una voz. Las barreras actuales para esta voz incluían una falta de medios y formación. La revisión actual se consideró una oportunidad para abordar estas deficiencias sistémicas.

Se planeó la cuestión de la coherencia de las políticas externas de la UE. Ilustrando su argumento con la firma reciente de acuerdos de asociación económica, Coly destacó que una manera de acabar con la discordia entre las OSC y los gobiernos sería que la UE requiriera la participación de los sindicatos en las negociaciones de estos acuerdos. Se mencionó en concreto que los acuerdos de asociación económica podrían tener consecuencias muy graves en el empleo, el trabajo decente y la protección social: las estimaciones de la Comisión Económica para África de las Naciones Unidas pronostican la pérdida de 600.000 puestos de trabajo en África Occidental solamente.
Karin Debroey, del departamento internacional para África de la central sindical nacional belga (ACV-CSC) identificó una manera de evitar que se repitan estos errores: garantizar que el futuro acuerdo estipule que todos los acuerdos comerciales incluyan normas sociales y laborales cuyo cumplimiento sea obligatorio así como sanciones en caso de no cumplimiento. Se hizo hincapié en que, para que el acuerdo sea verdaderamente incluyente, el objetivo de las negociaciones debe ser definir funciones claras para las distintas OSC. En respuesta al debate, Adrien Akouété, secretario general de la CSI-África, indicó que esto permitiría que las OSC contribuyan de manera constructiva y que se las considere especialistas en sus respectivos campos en lugar de ser consideradas enemigos políticos. Además, destacó que una gran parte de la injerencia externa negativa ha sido facilitada por los acuerdos bilaterales. Se consideran vías secundarias a través de las cuales se pueden eludir los requisitos más estrictos de los acuerdos internacionales y esto debe abordarse.

Tema 2: Influencia mundial – cómo ejercer influencia sobre la nueva agenda mundial

Este tema también se dividió en dos debates de expertos. La primera sesión se centró en la contribución de la próxima conferencia Hábitat III y cómo puede contribuir a la consecución de los objetivos de la Agenda 2030; la segunda sesión se centró en el papel de la segunda Reunión de Alto Nivel (RAN2) de la Alianza Global para la Cooperación Eficaz al Desarrollo (AGCED). La primera sesión se centró sobre todo en cuestiones de urbanización y el papel de las ciudades a la hora de contribuir a la ejecución de la Agenda 2030.

El segundo panel estuvo compuesto por representantes de DEVCO, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED) y Ciudades y Gobiernos Locales Unidos (CGLU). La prioridad de la RAN2 es centrarse en acciones específicas para mejorar la eficacia, la calidad y el impacto de la cooperación al desarrollo y contribuir al logro de los ODS. Se destacó el papel de las OSC y las AL como el lazo entre la Agenda 2030 y lo que ocurre en el terreno. Esto podría identificar por qué persisten problemas como la pobreza, la desigualdad, la exclusión y las violaciones de los derechos humanos tras décadas de ayuda al desarrollo. Su papel también se amplió para sustanciar un análisis basado en pruebas para que el programa mundial de desarrollo identifique las medidas más eficaces. El panel reafirmó un compromiso con la apropiación local, la transparencia y la rendición de cuentas, el desarrollo incluyente y los resultados. Las intervenciones de participantes reiteraron la necesidad de distinguir entre los actores del sector privado.

Asimismo, se cuestionaron los criterios de acceso a la ayuda al desarrollo y los métodos de supervisión. Es necesario que ambos se centren en el impacto en la vida diaria de la población. Maria Theresa Lauron, representante de la AOED, destacó que la supervisión no es solo una oportunidad para aprender, sino también, y quizás sea más importante, una herramienta de rendición de cuentas. Lauron también señaló que la asociación mundial es un modelo de diálogo entre múltiples parte interesadas que podría adaptarse a los contextos nacionales. Se propuso que medidas universales y simples como el trabajo decente fueran partes fundamentales de los criterios de eligibilidad y la supervisión, ya que son la base del desarrollo autónomo y pueden contribuir a eliminar gradualmente la necesidad de ayuda al desarrollo.

Tema 3: Entornos favorables para una nueva agenda mundial

El panel principal estuvo integrado por nueve personas y se centró en conclusiones a nivel de país. El espacio cada vez menor de la sociedad civil en muchos países fue el tema principal de los debates. Como consecuencia, la ayuda al desarrollo se enfrenta a una serie de problemas, como encontrar el equilibrio entre apoyar a la sociedad civil y al mismo tiempo no ser percibida como una amenaza al gobierno en el poder. Operar en contextos nacionales en los que no están presentes ni la democracia ni los derechos básicos es un gran reto. Establecer la independencia de las propias OSC resultó ser una tarea bastante específica.

Otro reto identificado tenía que ver con la coherencia de la participación de los actores en los ODS. Es importante mantener informados acerca de la importancia de los ODS a actores que tienen un enfoque muy local y en algunos casos incluso un mandato temporal. Un obstáculo a corto plazo en este sentido es garantizar que las OSC comprendan y tengan acceso a la diversidad de herramientas de supervisión que se han desarrollado en el marco de los ODS. Sin embargo, como se destacó en sesiones anteriores, se podrían obtener beneficios a largo plazo en materia de supervisión una vez se establezcan y se utilicen de manera generalizada. Se identificó como elemento clave para alcanzar este objetivo a largo plazo el desarrollo de las capacidades de las OSC.

En su intervención, Marita González, miembro del panel en representación de CGT Argentina, presentó los resultados de tres estudios de caso: Uruguay, Argentina y Brasil. En los tres se reveló que el diálogo social es esencial para alcanzar los ODM. Los requisitos del diálogo social incluyen el respeto de los derechos humanos y laborales por medio de la aplicación de los convenios de la OIT y acuerdos de derechos humanos. Esto no se puede dar por sentado, como demostró el asesinato reciente de Berta Cáceres, activista a favor de los derechos indígenas y medioambientales. Un diálogo social eficaz también depende de la representación de los sindicatos y de su capacidad material y organizativa para llevar a cabo esta representación.

Tema 4: Revisión de las políticas de desarrollo de la UE

Se manifestó preocupación por cómo se definía la ayuda al desarrollo. La coherencia política fue la recomendación más popular. Principalmente esto estaba relacionado con una mayor coherencia de la acción de la UE en niveles diferentes, p.ej. las políticas sobre comercio, seguridad o agricultura podrían tener un impacto que se contradice con sus objetivos de desarrollo. Esto está estrechamente relacionado con la coherencia entre las diferentes instituciones de la UE y a su vez entre las instituciones de la UE y los Estados miembros. La idea de la coherencia también se planteó en relación con los objetivos y metodologías de diferentes proyectos centrados en el desarrollo en el terreno. Con respecto a estos niveles diferentes de coherencia política se propuso establecer un sistema en el que las OSC y las AL puedan advertir si consideran que se está socavando.

La UE puede ayudar a desarrollar las capacidades entre las partes interesadas, en particular con respecto a la adaptación de la Agenda 2030 a los contextos locales. Para que un enfoque de abajo arriba que tome en consideración las realidades cambiantes en el terreno sea eficaz, las organizaciones deben tener una capacidad de supervisión. Más allá del mismo desarrollo de capacidades, las delegaciones de la UE pueden reunir a actores diferentes y actuar como facilitadoras del diálogo en el plano nacional. Desde esta perspectiva es necesario informar a las delegaciones acerca de los diferentes tipos de diálogos entre múltiples partes interesadas. Al reforzar el diálogo con actores locales las delegaciones de la UE pueden promover la apropiación de políticas de desarrollo.

La apropiación también se debería tener en cuenta al diferenciar a los actores del sector privado. Se reiteró que la diferencia entre estos actores y la manera en que afectan a las condiciones locales deberían influir en la elección de socios del sector privado. Como se había destacado previamente, las diferencias fundamentales entre el funcionamiento de grandes empresas, PYME locales y cooperativas implican que su impacto en el desarrollo sea muy diferente. Esta distinción es especialmente pertinente a la luz de una tendencia a involucrar cada vez más a los actores del sector privado en la ayuda al desarrollo. Dado que el argumento principal para la participación del sector privado es la falta de financiación, se plantean preguntas sobre cómo pedir a las grandes empresas que rindan cuentas. Para ello, la cuestión de cómo asegurarse de que el sector privado contribuya realmente a los procesos de desarrollo en lugar de a la acumulación de capital es clave.

Se puede descargar el informe aqui (en inglés)

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