Siria: paz, reconstrucción y fin de la dictadura

Cinco años después de que el régimen de Assad provocara, con su brutal represión de la disidencia civil pacífica, la hecatombe que ya se ha cobrado más de 250.000 vidas, el alto al fuego parcial en Siria sostiene la esperanza de poner fin a la letanía de fracasos de la diplomacia internacional y abre la posibilidad de que la paz prevalezca.

La ayuda humanitaria está llegando a muchas comunidades asediadas, donde la población local se ha visto privada de alimentos, suministros médicos y otros productos de primera necesidad en suficiencia. Asimismo se renueva la posibilidad de reanudar las conversaciones de paz auspiciadas por la ONU, la cual debe cumplir ahora con sus responsabilidades de paz y seguridad, cuya máxima prioridad es la de poner alto al bombardeo de la población civil.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, señaló a este respecto: “Los gobiernos de todo el mundo, y en particular aquellos que ejercen una influencia real sobre los protagonistas del conflicto de Siria, deben mostrar ahora el valor y el liderazgo que el pueblo de Siria necesita tan desesperadamente para traer la paz y el respeto de los derechos humanos. Ello incluye no solamente la presión sobre el Gobierno sirio y la oposición moderada, sino también a los gobiernos que han apoyado directa e indirectamente la progresión de los grupos fundamentalistas extremistas”.

“Siria es un ejemplo más del fracaso de una respuesta puramente militarista por parte de la comunidad internacional a las profundas crisis sociales, económicas y de derechos humanos en Oriente Medio y el Norte de África. El pueblo sirio desea la paz. Desea el fin de la dictadura y necesita de puestos de trabajo que le permitan reconstruir su país y construir un futuro para sus familias. El diálogo, la democracia y la justicia social y económica son los antídotos más fuertes contra los conflictos, y tienen que ocupar un lugar central en la respuesta global a la catástrofe que se cierne sobre la región y se extiende a los países vecinos y a la Unión Europea, con la crisis de refugiados más importante que se ha vivido en 70 años”.

La Confederación Europea de Sindicatos ha criticado duramente a la Unión Europea por sus negociaciones con Turquía en relación con las personas refugiadas, señalando que el pago de dinero a Turquía no suprimirá los peligros a los que se ven expuestos sirios, iraquíes y otros nacionales en sus propios países.

El Secretario General de la CES, Luca Visentini, señaló a su vez que “El primer deber de la comunidad internacional es dar cobijo a las personas solicitantes de asilo. Pese a los heroicos esfuerzos de muchos ciudadanos, es claro que la Unión Europea está fallando”.

“El pueblo de Turquía, como en tantos otros países, ha demostrado una compasión y una solidaridad extraordinarias con los cientos de miles de personas que han huido de la violencia y la represión. Sin embargo, el propio Gobierno turco parece decidido a aumentar su férreo control sobre el país, a reprimir la libertad de expresión, la libertad sindical y otros derechos fundamentales”, señaló Sharan Burrow.
La CSI hace un llamamiento a la ONU y a sus Estados miembros a mantener la máxima presión para continuar con el alto al fuego y se reanuden rápidamente las negociaciones de paz.

“El pueblo de Siria necesita urgentemente la paz, ayuda y la reconstrucción económica como punto de partida para reconstruir el país y desarrollar un sistema político basado en la democracia y el respeto de los derechos humanos. Asimismo, es de vital importancia aportar una mayor ayuda a los otros países afectados, tales como Jordania, que alberga a más de 600.000 sirios que han huido del conflicto. La ONU y sus Estados miembros también tienen que reconocer que una solución que abarque solamente a Siria no será suficiente. La violencia, los conflictos, el terrorismo fundamentalista y la corrupción están destruyendo vidas en Irak, Libia, Yemen y otros lugares de la región, y su población merece toda la solidaridad y el apoyo que el mundo puede, y debe, ofrecerles”, señaló Burrow.

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