Maresa Le Roux, representante del sindicato belga CGSLB-ACLVB, presentó la contribución de los sindicatos a la Comunicación de la UE “Una asociación mundial para erradicar la pobreza e impulsar el desarrollo sostenible después de 2015”. Le Roux lamentó la ausencia de diálogo social al referirse a los sistemas de rendimiento de cuentas, los procesos democráticos y la facilitación de un entorno propicio para el sector privado, e hizo hincapié en lo importante que resulta apoyar la inspección del trabajo como medio para garantizar el seguimiento y control de la aplicación de todas las normas, convenios y leyes en todos los sectores de producción.

Lamentó asimismo las repercusiones negativas del comercio mundial y los patrones de inversión en las normas del trabajo. “Los tratados y acuerdos de inversión deberían garantizar la aplicación de la legislación laboral nacional y de las normas fundamentales del trabajo internacionalmente reconocidas”, añadió.

Le Roux hizo un llamamiento a favor de una asociación mundial inclusiva y de múltiples partes interesadas, basada en compromisos vinculantes para todos los actores del desarrollo. Acogió con beneplácito una asociación mundial basada en “sistemas ya establecidos de seguimiento y responsabilidad como los que figuran en los acuerdos internacionales”. Por último, subrayó la necesidad de poner de relieve el marco de la OIT como un ejemplo “vivo” de la manera en que el mecanismo de rendición de cuentas puede funcionar tanto a nivel mundial como a nivel nacional.

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Maryam Niamir-Fuller, Asesora Especial del Director Ejecutivo del PNUMA para los Objetivos de Desarrollo Sostenible y la Agenda de Desarrollo Post-2015, explicó las diferencias principales entre pre- y post-2015. En particular, que los ODS deberían reducir la desigualdad y favorecer la integración mundial, de manera universal. Indicó que la coherencia política es uno de los principales objetivos a alcanzar, puesto que la cuestión del desarrollo concierne a todos los países, no sólo a los países en desarrollo.

En lo referente a los medios de aplicación de los ODS, estima que es preciso reorganizar el conjunto del sistema financiero, que funciona por debajo de sus necesidades. También mencionó que el PNUMA está trabajando en una herramienta que permita una transferencia de tecnología eficaz, añadiendo que “el mundo necesita un marco favorable, que no se limite a una transferencia de tecnología de A a B”.

En cuanto a la obligación de rendir cuentas y a la presentación de informes con relación a los ODS, Niamir-Fuller afirmó que el examen independiente (realizado por la sociedad civil) debería proseguir. Añadió que los datos geo-espaciales jugarán un papel importante en la rendición de cuentas y que la UNEA (Asamblea de las Naciones Unidas para el Medioambiente), establecida hace varios años, está trabajando actualmente en los criterios relativos a esta cuestión.

Con respecto al seguimiento y a la elaboración de un programa integrado, dijo que, para ser eficientes, necesitamos subirnos a la ola de la revolución de datos. Puede obtenerse un marco integrado al desglosarlo (por ejemplo, en función del género y/o la edad), explicó Niamir-Fuller. Las tecnologías y los científicos están presentes, pero es necesario mejorar el desarrollo de capacidades.

Para conseguir que los ODS sean más populares, Niamir-Fuller insistió en que los ODS no son los ODM+. Los ODS pueden contribuir a encontrar un equilibrio entre la protección social, el crecimiento y los límites planetarios. No obstante, se trata de un proceso voluntario. El desarrollo sostenible “es una cuestión universal, y se necesitan 17 objetivos para el mundo complejo en el que vivimos”, concluyó.

Descargar aquí la presentación de Niamir-Fuller.

Encuentre un resumen de todas las presentaciones aquí (en inglés).