Estudio expone fallos en la compensación en caso de cáncer en el Reino Unido

Los trabajadores del Reino Unido que padecen de cáncer profesional y otras enfermedades potencialmente letales relacionadas con el trabajo pueden olvidarse de cualquier indemnización del Gobierno, según un nuevo informe de investigadores de la salud.

Los trabajadores del Reino Unido que padecen de cáncer profesional y otras enfermedades potencialmente letales relacionadas con el trabajo pueden olvidarse de cualquier indemnización del Gobierno, según un nuevo estudio de investigadores de la Universidad de Stirling.

El informe reveló que el actual sistema de indemnizaciones excluye a siete de los 10 tipos de cáncer profesional más importantes en las estadísticas del Reino Unido. Los cánceres de vejiga o de pulmón provocados por partículas de pintura y de la combustión de diésel no figuran en la lista de enfermedades laborales cubiertas, ni tampoco el cáncer de pulmón provocado por los vapores de soldadura. El cáncer de la piel ocasionado por la exposición a la radiación ultravioleta, problema conocido en pilotos y trabajadores/as que realizan su trabajo al aire libre, también está ausente.

Las mujeres quedan prácticamente excluidas, dado que el cáncer de mama ocasionado por trabajar en turnos de noche – que la Comisión de Salud y Seguridad (HSE por sus siglas en inglés) estima que afectan a cerca de 2.000 mujeres cada año – ha sido omitido de la lista de enfermedades laborales para las cuales puede recibirse una prestación por incapacidad laboral.

El profesor Andrew Watterson, director del grupo de investigación sobre salud laboral y medioambiental de la universidad, declaró que “El sistema de indemnizaciones laborales del Gobierno británico requiere una urgente reforma. Es un auténtico desastre y apenas una mínima proporción de las personas que enferman a causa de su trabajo tendrían derecho a la más ínfima compensación. El sistema de prestaciones por incapacidad laboral (Industrial Injuries Disablement Benefit - IIDB) excluye numerosas afecciones y las que están cubiertas suelen quedar sujetas a condiciones de incapacidad, tiempos de exposición y restricciones laborales que limitan considerablemente las reclamaciones”.

Según datos bastante conservadores de HSE, cada año se producen cerca de 13.600 nuevos casos de cáncer profesional, sin embargo en 2012, apenas 2.600 casos recibieron una compensación del IIDB. Si se eliminan los cánceres provocados por el amianto, únicamente se realizaron pagos respecto a 90 casos, lo que representa una posibilidad de un 1 por ciento de recibir compensación. El informe critica particularmente el papel del Consejo Asesor en Lesiones Laborales (IIAC), que recomienda qué afecciones deberían añadirse a la lista de enfermedades cubiertas.

El coautor del informe, el profesor Rory O’Neill comentó: “El enfoque del IIAC oscila entre incompetente e incorrecto. Impone un test de cobertura del ‘riesgo relativo’ totalmente arbitrario, requiriendo que la afección sea el doble de común dentro del grupo afectado que en la población general.

“Ni siquiera ciertas causas no cuestionadas de cáncer profesional superarían esto. El sistema de enfermedades laborales cubiertas del Gobierno debería ser capaz de detectar una catástrofe, pero no hace nada por reconocer, compensar o evitar decenas de miles de tragedias humanas personales, previsibles y muchas veces mortales”.