Campaña 2014 de Solidaridad Mundial: ‘¡Queremos Ropa Limpia!’

Cada año, Solidaridad Mundial lanza una campaña de solidaridad con sus socios del sur. El año pasado, Solidaridad Mundial, que además es miembro de la Plataforma Belga de la Campaña Ropa Limpia, decidió dedicar su campaña anual a defender la “ropa limpia”. Bajo el eslogan “We want clean clothes” (¡Queremos ropa limpia!”) —es decir, ropa producida en condiciones dignas— esta campaña reclama que la ropa que compramos esté fabricada en condiciones dignas, que permitan a millones de trabajadores y trabajadoras de países del sur disfrutar de sus derechos laborales fundamentales. Sus principales reivindicaciones son:

• Unas condiciones laborales seguras y saludables en las fábricas de confección (nadie olvida el derrumbe del edificio Rana Plaza en Bangladesh, en el que fallecieron 1.138 personas)
• Un salario justo para vivir para las trabajadoras y trabajadores de la confección (no sólo el salario mínimo local)
• Libertad real de asociación y de organización para los sindicatos de las fábricas de confección
• Una inspección independiente de las condiciones laborales en las cadenas de suministro de las marcas.

En cuanto a la inspección independiente, Solidaridad Mundial presiona a marcas belgas muy conocidas para que se unan a la iniciativa multilateral europea de la fundación holandesa Fair Wear Foundation (FWF), que ayuda a las marcas a mejorar las condiciones laborales en sus cadenas de suministro y que organiza inspecciones independientes. En la FWF participan sindicatos y ONG. Hasta ahora, sólo cuatro marcas belgas se habían unido a la FWF y sólo una de ellas es una marca de moda (bastante cara). Gracias a esta nueva campaña, una popular marca de ropa (Bel&Bo, fabricada también en Bangladesh) decidió unirse a la FWF y otra marca muy popular, JBC, que ya firmó el Acuerdo de Bangladesh, se unirá en un futuro próximo. Gracias a la cobertura que los medios dieron a la afiliación de Bel&Bo a la FWF, dos marcas de ropa belga más expresaron su interés en iniciar negociaciones con la FWF.

Como el resto de las campañas de Solidaridad Mundial, esta se dirige fundamentalmente a los miembros del Movimiento de Trabajadores Cristianos, del que forma parte. La campaña “We want clean clothes” se llevó a cabo en colaboración con el sindicato belga LBC, representante, entre otros, de los trabajadores y trabajadoras de la confección. En abril, 24.200 activistas encendieron 1.138 velas en recuerdo de las víctimas del derrumbamiento del edificio Rana Plaza. Ese mismo día, instamos a todas las marcas que confeccionaban ropa en el Rana Plaza a que contribuyeran al Fondo Conjunto de Donantes para ayudar a que las familias de las víctimas mortales y los supervivientes reciban la indemnización que reclaman.

Uno de los objetivos de esta campaña consiste en concienciar a la opinión pública de su poder de lograr cambios, como trabajadores y consumidores, transmitiendo estas exigencias a las marcas de ropa y en las tiendas. Las marcas de ropa dan mucha importancia a su imagen pública y, por lo tanto, son muy receptivas a los deseos de su clientela. Se ha creado una página web especial ’We want clean clothes’, que contiene los objetivos y reivindicaciones de la campaña. Quienes la visitan pueden comprar una camiseta especial ’clean clothes’ (ropa limpia), pueden diseñar su propia camiseta de protesta y solicitar una bolsa con el logo ’clean clothes’. Además, se ha creado un paquete de pedagógico especial, de una lección. 13.000 personas, en sólo tres meses, firmaron la petición reclamando la fabricación de ropa en condiciones “limpias”.

Pero queda mucho trabajo por hacer aún. Incluso meses después de que termine la campaña, maestros, municipios, consumidores y periodistas siguen pidiendo más información sobre las condiciones laborales en las fábricas de confección. Solidaridad Mundial y ACV, en calidad de miembros de la Plataforma Belga de la Campaña Ropa Limpia, continuarán reclamando mejores condiciones laborales para los trabajadores y trabajadoras de la confección, orientados por sus compañeros de los sindicatos de la confección de Bangladesh, Indonesia y Camboya.

Artículo enviado por WSM