Los sindicatos de la región pidieron, el 19 de febrero, “soluciones racionales que se apoyen en un consenso en base a los intereses nacionales y las necesidades reales de los trabajadores y ciudadanos de Ucrania”, garantizando el respeto de la vida y los derechos para la población ucraniana, y un futuro basado en su libre elección.
Esta demanda de representantes de los trabajadores y trabajadoras y de las organizaciones más representativas de la sociedad civil, sigue siendo la única solución satisfactoria para poner fin a la actual crisis, salvar vidas y trazar una vía de futuro asentada en la paz, la justicia social y económica y una co-existencia pacífica.
Todos los Gobiernos han de comprometerse urgentemente a entablar negociaciones, repudiar la incitación a la violencia por parte de los extremistas radicales, y cooperar para asegurar el pleno respeto de la democracia y el Estado de derecho. En caso de continuar sin adoptar estas medidas esenciales se dejaría a la población ucraniana expuesta a las terribles consecuencias de una guerra total.