La 6ª Jornada Mundial por el Trabajo Decente se centra en reforzar el poder de los trabajadores

Desde el amanecer en las Islas del Pacífico hasta el atardecer en la costa oeste del continente americano, trabajadores y trabajadoras de más de 100 países participan en este día de acción mundial para reclamar unas medidas gubernamentales más enérgicas para la recuperación económica, la creación de empleo, unas condiciones de trabajo decente y el pleno respeto de los derechos de los trabajadores/as.

La Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2013, coordinada por la Confederación Sindical Internacional (CSI), pone de relieve el desempleo juvenil, que en algunos países alcanza el 60%, y toda una generación de jóvenes que se enfrentan a la exclusión del mercado laboral – una bomba de relojería social y económica.

Este año los sindicatos de todo el mundo volverán a pedir al unísono justicia social y empleo decente para todos y todas. Dado que los Gobiernos siguen sin estar dispuestos o son incapaces de contener el dominio que las finanzas globales y las empresas multinacionales ejercen sobre la vida de las personas, la única manera de conseguir que la economía se recupere y favorezca los intereses de la mayoría, no sólo de unos pocos, es reforzando el poder de los trabajadores.

La última encuesta mundial de opinión de la CSI demuestra un apoyo público abrumador a las leyes que protegen el derecho a la afiliación sindical y la negociación colectiva; no obstante, a decenas de millones de trabajadores se les deniegan estos derechos debido a unas leyes deficientes, a una mala aplicación de las normativas y a las prácticas antisindicales de los empleadores, entre los que se encuentran algunas de las mayores empresas multinacionales del mundo.

Organizar nuevos miembros es la tarea más crucial que ha de abordar el movimiento sindical a escala mundial, y la Jornada Mundial por el Trabajo Decente representa una gran oportunidad para hacer llegar el mensaje a lo largo y ancho del planeta, de tender la mano a otros para ayudarles a afiliarse a un sindicato y apoyar acciones de solidaridad mundial para los trabajadores y trabajadoras.

“Los derechos de los trabajadores no son negociables pero en la mayoría de los países existen diversos grados de déficit de trabajo decente a lo largo de las cadenas de suministro y para la mayoría de las mujeres y los migrantes. La gente se siente abandonada por su Gobierno, porque éste da mayor prioridad a los intereses de las empresas que a las inquietudes de los trabajadores y trabajadoras y sus familias”, ha dicho Sharan Burrow.

Para acceder al sitio web especial de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente