Hace dos años, todos estos países apoyaron la adopción del nuevo convenio de la OIT, el 189, que versa sobre los trabajadores/as del hogar; sin embargo, a la propuesta del nuevo contrato le queda mucho para cumplir con dicho convenio y con otras normas clave de la OIT. Actualmente, alrededor de dos millones de personas están empleadas como trabajadores/as del hogar en los países del CCEAG; la mayoría son ciudadanos de países asiáticos. Debido a los escasos registros de los gobiernos y a la presencia de un número indeterminado de trabajadores indocumentados, no se dispone de cifras precisas.
Sharan Burrow, la secretaria general de la CSI, declaró: “La región del golfo Pérsico tiene un historial espantoso en lo relativo a los derechos del trabajador. Los trabajadores/as migrantes del hogar sufren algunos de los peores abusos. La mayoría no tienen prácticamente derechos y sus empleadores les mantienen en condiciones cercanas a la esclavitud. Hay que acabar con este círculo vicioso de empobrecimiento, explotación y agresión sexual. Y el único modo de garantizar su fin consiste en cumplir las normas establecidas por la OIT”.
Hoy en día, tan solo los trabajadores/as del hogar en Bahréin están protegidos por la legislación laboral nacional, que incluye la libertad sindical. En el resto de los países del golfo Pérsico se les excluye de cualquier tipo de protección. El CCEAG está presentando el nuevo contrato como un medio para resolver los numerosos problemas a los que se enfrentan estos trabajadores; sin embargo, al nuevo contrato le queda mucho para cumplir con las normas de la OIT relativas a la libertad sindical y la negociación colectiva y no protege a los trabajadores frente a los abusos, el acoso ni la violencia. Las disposiciones sobre la jornada laboral, las horas extra, la libertad de circulación y otros asuntos importantes son poco rigurosas o brillan por su ausencia. Además, en el contrato no se hace referencia a la seguridad social ni a la protección de la maternidad.
“Los países del golfo Pérsico se encuentran entre los Estados más ricos del planeta, por lo que no tienen ninguna excusa para no cumplir con las normas laborales internacionales. Millones de trabajadores migrantes viajan a estos países en busca de una mejor vida para ellos y sus familias, pero una vez allí se dan cuenta de que la promesa de un futuro mejor no es real. Instamos al CCEAG a que modifique este contrato estándar para que cumpla con las normas de dignidad que merecen los trabajadores y trabajadoras del hogar de todo el mundo”, afirmó la señora Burrow.
El Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo está formado por Bahréin, Kuwait, Omán, Qatar, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
Para leer la carta enviada al CCEAG
Modificación del modelo de contrato
Para leer el artículo de opinión de Marieke Koning en Equal Times
Página web de la CSI sobre los trabajadores y trabajadoras del hogar
