La austeridad empuja a Portugal al límite

Los sindicatos y la comunidad empresarial de Portugal han insistido en que es necesario relajar los objetivos para la reducción de la deuda, ya que una evidencia cada vez más patente demuestra que los recortes al gasto público están provocando daños profundos y duraderos en la economía, además de poner en peligro las posibilidades de recuperación.

Los inspectores del FMI, la UE y el Banco Central Europeo – la “Troika” – no parecen tener la menor intención de desviarse de la “austeridad a cualquier precio” en el transcurso de su evaluación de 10 días en Portugal, que comienza hoy su séptima jornada.

“La obsesión con la reducción del gasto, mientras que no se hace nada en absoluto para generar crecimiento, puestos de trabajo e ingresos para el Gobierno no sólo carece de lógica sino que está provocando unas penurias tremendas y ahondando la espiral de la recesión. La Troika tiene que aceptar los hechos, en vez de imponer un fracaso de política que pone la ideología por delante de la realidad”, ha dicho Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

Con un desempleo que alcanza el 16%, los bancos recortando créditos, y las previsiones de una nueva disminución del PIB del 3% este año, Portugal se está convirtiendo en “otra historia más de ortodoxia económica que pasa por encima de cualquier humanidad”, opina Burrow.

“El pueblo de Portugal ha hecho todo lo humanamente posible para cumplir los objetivos de austeridad, a pesar de sus desazones. El resultado es que la demanda se ha desplomado, las empresas están desesperadas por estabilidad y a los trabajadores se les está despojando de cualquier resto optimismo de obtener un trabajo digno y seguro para ellos o sus hijos.

Pero las esperanzas de que la Troika vaya a suavizar de alguna manera su enfoque destructivo parece que se están frustrando, dado que las organizaciones europeas e internacionales están decididas a dictar en vez de negociar. ¿Dónde está la Europa social y el denominado nuevo FMI?”, añadió Burrow.