Proceso de reformas de las empresas públicas - La CSC denuncia maniobras anormales de privatización

Denunciado en su día, el viciado proceso de reforma de las empresas públicas ha alcanzado, a pesar de todo, su velocidad de crucero. Esas reformas, consideradas como parciales por varios motivos, en particular la exclusión de los trabajadores desde el inicio del proceso, han dado lugar a acerbas críticas de los sindicatos y, en algunas ocasiones, a marchas de protesta de los trabajadores bajo la egida de la Intersyndicale nationale du Congo.

Según fuentes sindicales, esas reformas, que no fueron concertadas desde el principio con los interlocutores sociales y que se pusieron en marcha sin una auténtica preparación, no han dado los resultados tangibles previstos.

A pesar de los diversos subterfugios y maniobras dilatorias, como la convocación de reuniones de la comisión tripartita y diferentes seminarios técnicos para examinar las preocupaciones y reflexionar sobre la dimensión social de las reformas, es evidente que el optimismo que rodea ese proceso no es real.

Presentadas como las golondrinas que anunciaban la primavera, que harían olvidar las dificultades y ocultarían las patentes deficiencias de gestión de las empresas públicas disfuncionales, esas reformas no están a la altura de sus pretensiones. Los trabajadores son, evidentemente, las víctimas inocentes de ese proceso.

Acostumbrada a no darse por vencida ante las dificultades y a tomar posición sobre las cuestiones de interés nacional que afectan a las vidas de la clase obrera, la Confederación Sindical del Congo ha decidido tomar la iniciativa de elaborar este documento de reflexión, en el que denuncia las maniobras encubiertas de privatización destinadas a la adhesión a un capitalismo beato perpetradas , lamentablemente, por el Estado, en tanto que poder organizador, que habría más bien de proteger esas empresas, auténticas gallinas de los huevos de oro.

Desde que asumió el poder, el actual presidente de la República Democrática del Congo (CSC) puso en marcha un proceso de reformas estructurales que fue seguido de reformas institucionales, tras el derrumbe del tejido económico y de la gobernanza política, económica y social.

Ese proceso comprendía diversas fases a las que correspondían diferentes programas, como los denominados programas multisectoriales de urgencia (PMR) y otros, hasta que el Congo alcanzó, el 23 de junio de 2003, el punto de decisión en el marco de la Iniciativa para la reducción de la deuda de los países pobres muy endeudados (PPME).

Ese mini plan de reactivación económica tenía por finalidad principal la estabilización del marco macroeconómico. Se registraron así algunos progresos, como la inflación, que pasó de cuatro dígitos a solo dos y luego a uno, y el franco congoleño, que pasó por un periodo de estabilidad. Entre las reformas estructurales figura la creación, en 2002, del Comité de Dirección de la reforma y el funcionamiento de las empresas públicas (COPIREP), que concluyó sus trabajos con la adopción de la decisión de transformar las empresas públicas en sociedades comerciales o en organismos públicos. Cabe señalar que todas esas reformas fueron dictadas por las instituciones financieras internacionales, en particular el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, así como otros organismos donantes como el Club de Paris y Londres hasta que se alcanzó su conclusión. Con ello se obtuvo, entre otras cosas, la anulación de la deuda pública en un 90%. Todas esas medidas tenían por objetivo la reducción de la pobreza.

Actualmente, la preocupación principal es la aplicación efectiva de las reformas de las empresas públicas, anunciada por el Gobierno durante su presentación del programa de acción para 2012-2016 y, particularmente, la manera en que el gobierno prevé hacerlo (véanse los objetivos estratégicos, capítulo 3.2.1, pagina 6).

Asimismo, cabe recordar el contenido de la carta del Ministerio de Trabajo y Protección Social (METPS) a la Intersyndicale Nationale du Congo, en la que se invita a los sindicatos a preparar la modificación de determinadas disposiciones del Código del Trabajo ( Réf.22/METPS/TG/5966/12 de 17 de julio de 2012.

Como se puede observar, pretextando querer ceder la gestión de esas empresas, el gobierno de la RDC, quiere en realidad despedir a todos los trabajadores mediante la anárquica privatización de los servicios públicos esenciales, cuyas consecuencias sociales provocarán sin duda alguna, agitación y protestas sociales.

En las próximas semanas, la CSC denunciará esta política, ya que se teme la recuperación de esas empresas públicas que se transformarán en sociedades comerciales por los propios dirigentes políticos.
Asimismo, la CSC teme que los trabajadores congoleños sean excluidos de la protección y el progreso social por falta de poder de compra, puesto que las empresas privadas se centran exclusivamente en la generación de beneficios y no en la dimensión social de su actividad.

La CSC apela a la conciencia patriótica del gobierno y lo invita a consultar a los trabajadores, que son un factor clave ineluctable de la producción y/o el desarrollo. Por último, la CSC invita a todas las organizaciones sindicales a una movilización colectiva en contra de las citadas reformas que no tienen en cuenta el factor humano.

Por Martin LOFETE NKAKE, V/P/CSC-RDC, Miembro de la RSCD