Somalia: trabajadores asesinados al tiempo que se aprueba la nueva Constitución

Cuatro trabajadores agrícolas fueron arbitrariamente ejecutados en Somalia por miembros del grupo islamista Al-Shabab después de que se hubieran negado a pagar la denominada “contribución de la yihad” y a tomar las armas para luchar por la “yihad”. El crimen fue perpetrado el 31 de julio, un día antes de que el país adoptara una histórica nueva Constitución.

Los trabajadores, todos ellos de unos treinta años de edad, fueron arrestados en sus domicilios y ejecutados en el distrito de Wanleweyn, situado en la región de Baja Shabelle al sur de Somalia. La CSI y la Federation of Somali Trade Unions (FESTU) han condenado estos actos como “brutales” y “crímenes imperdonables”.

El incidente tuvo lugar al tiempo en que, por primera vez en la historia, la recién adoptada Constitución de Somalia contiene un artículo sobre relaciones laborales. La ley estipula que “todas las personas tienen el derecho a unas prácticas laborales justas; todos los trabajadores tienen el derecho a crear y afiliarse a un sindicato y a participar en sus actividades; el derecho a la huelga; y todos los sindicatos u organizaciones de empleadores tienen el derecho a participar en las negociaciones colectivas”.

La CSI ha acogido favorablemente la nueva Constitución, pero ha solicitado al Gobierno de transición somalí que ponga fin a la violencia dirigida contra los trabajadores y sindicatos. “Somalia ha dado un paso importante en pos de una sociedad más justa y equitativa. Pero la realidad es que los trabajadores y sus familias viven bajo una amenaza constante y temen por sus vidas a causa de la crisis sectaria. Instamos al Gobierno a que termine de inmediato con esta violencia”, expresó Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

“La ejecución de los trabajadores agrícolas tiene que ser condenada por todos los que se preocupen por la humanidad”, afirmó Omar Faruk Osman, Secretario General de la FESTU. “Esta ejecución se suma a la situación dolorosa, despiadada e indigna en la que los trabajadores se ven obligados a trabajar y no puede sino tener un efecto deshumanizador en las familias y un efecto embrutecedor en los compañeros y compañeras de trabajo”.