Atropello a la democracia en Paraguay

La CSI, junto con su organización regional la CSA y sus afiliadas, expresó su profunda preocupación ante la situación de crisis institucional en Paraguay.

El movimiento sindical nacional, regional e internacional condena enérgicamente el juicio político plagado de vicios jurídicos al Presidente Fernando Lugo el cual llevó a su destitución por un Congreso dominado por los sectores oligárquicos tradicionales un año antes del vencimiento de su mandato.

Para el movimiento sindical, no cabe duda de que esta crisis es un enfrentamiento entre políticos incapaces de solucionar los graves problemas sociales que aquejan al pueblo paraguayo y dejan como secuelas campesinos sin tierra, comunidades indígenas reprimidas y hombres y mujeres sin trabajo.

“No podemos aceptar que se utilice el terrible hecho de violencia en la localidad de Curuguaty para destituir al Presidente Lugo, con el riesgo de que una crisis institucional agudice aún más la pobreza, el desempleo y la marginación social”, señaló Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. La CSI expresa su total solidaridad con los trabajadores y trabajadoras y con el pueblo paraguayo, y reitera su pleno apoyo a la democracia, a la paz, a los derechos humanos, a la justicia social y a la construcción de un nuevo orden social y de un modelo económico que beneficie a las grandes mayorías.

Asimismo, la CSI lamenta profundamente la fragilización del sistema democrático paraguayo provocada por este atropello a la decisión soberana expresada en las urnas en 2008 y espera que en estos momentos difíciles se garanticen, la estabilidad, el orden democrático, la justicia social y la paz en Paraguay.

Ver la Declaración de la CSA: Llamada por Democracia

Ver la Carta de la CSI