‘Objetivo Crecimiento’ de la OCDE

1. Objetivo Crecimiento - ¿de qué se trata?

Objetivo Crecimiento, publicado por primera vez en 2005, se ha convertido en un informe anual de la OCDE que pretende promover en particular las políticas de reforma estructural con objeto de elevar el PIB per cápita. Objetivo Crecimiento busca identificar las prioridades políticas para que los países miembros de la OCDE mejoren el crecimiento a largo plazo. Para cada país, se identifican cinco prioridades políticas, mayoritariamente en las áreas de mercado del trabajo y de bienes y, en menor medida, también en los campos de políticas fiscales y formación de recursos humanos.

La mayor parte de los números previos de Objetivo Crecimiento han utilizado el PIB per cápita en EE.UU. como punto de referencia con objeto de identificar las prioridades para las políticas de reforma estructural. Se instaba a los demás gobiernos de los países de la OCDE a emular el modelo estadounidense para mejorar el crecimiento y el rendimiento del empleo en sus respectivos países en relación con los de EE. UU.

TUAC ha venido argumentando, por distintos motivos, que resulta inapropiado utilizar el PIB per cápita y la economía estadounidense como puntos de referencia:

En primer lugar, comparar el PIB per cápita entre distintos países para medir el crecimiento y el rendimiento de la productividad es inapropiado, puesto que conlleva una fijación insostenible en incrementar la cantidad de bienes y servicios que una economía produce. Pero no incorpora una preocupación más amplia por el bienestar humano aparte del simple crecimiento económico.

En segundo lugar, crea la impresión engañosa de que Europa se sitúa significativamente por detrás de EE.UU. en la liga global de productividad.

En tercer lugar, no tiene en cuenta cuestiones específicas respecto a la comparación del bienestar entre Europa y EE.UU. Así pues, el PIB per cápita medido subestima considerablemente el bienestar europeo en comparación con el estadounidense.

Pese a las crecientes críticas respecto a si resulta apropiado basarse en el producto interior bruto (PIB) per cápita, Objetivo Crecimiento continúa utilizando esta medida de rendimiento como punto de referencia y como indicador. No obstante, se han producido ligeros cambios: en lugar de basarse en el PIB per cápita de los EE.UU., se está tomando ahora como punto de referencia una media simple del PIB per cápita de la mitad de los miembros de la OCDE con mayores ingresos.

TUAC discrepa asimismo con la opinión de que la rigidez del mercado de trabajo haya sido la causa principal del desempleo en Europa y que una mayor flexibilidad sería la solución. TUAC cuestiona en particular la visión ortodoxa que atribuye el desempleo y el débil crecimiento a instituciones del mercado de trabajo como la legislación sobre la protección del empleo, las prestaciones por desempleo, los salarios mínimos, la negociación colectiva y los sindicatos.

Los estudios macro-econométricos que han empleado indicadores cuantitativos sobre instituciones del mercado de trabajo para explicar modelos divergentes de rendimiento del empleo nacional no resultan en absoluto concluyentes. Critican las doctrinas en que se basa Objetivo Crecimiento. No es de extrañar por tanto que una reciente evaluación de lo que se ha aprendido en cuanto al papel de las instituciones del mercado laboral haya llegado a la conclusión de que “no parece apropiado efectuar aseveraciones firmes en respecto al papel de variables institucionales individuales y recomendaciones políticas potenciales basándose exclusivamente en estudios macro-econométricos”.

Por otro lado, TUAC ha destacado que existen pruebas importantes que apuntan a que un conjunto de políticas combinadas, incluyendo concretamente una política activa del mercado de trabajo, en lugar de la desregulación del mercado de trabajo, contribuye a apuntalar buenos resultados en cuanto al empleo. Esto es lo que ha venido ignorando Objetivo Crecimiento desde un principio. En lugar de adoptar un enfoque basado en la evidencia respecto a la política de empleo y del mercado de trabajo, Objetivo Crecimiento se basa en un modelo simplista de mercados de trabajo competitivos.

Ejemplos de recomendaciones políticas sobre reforma estructural en Objetivo Crecimiento 2011

Se insta a países como Bélgica, Finlandia, Hungría, Luxemburgo y los Países Bajos a reducir respectivamente la tasa de reemplazo y las prestaciones por desempleo durante el período en que se cobre el subsidio de desempleo, para incitar a los parados a buscar trabajo. A Francia, Israel, Grecia y Turquía se les pide reducir el costo mínimo del trabajo. A Grecia le pide además que aplique salarios por debajo del mínimo para los jóvenes y a Eslovenia la abolición del salario mínimo nacional.

Objetivo Crecimiento 2011 recomienda también que Bélgica, Eslovenia, Sudáfrica y España reformen sus sistemas de negociación de salarios, bien pasando de un sistema centralizado a otro más descentralizado, o debilitando y en ocasiones aboliendo la extensión administrativa de los convenios colectivos.

Francia: Objetivo Crecimiento 2011 exhorta al gobierno francés a reducir la cuña fiscal sobre los ingresos profesionales y el coste mínimo del trabajo. El informe asevera que en Francia una alta fiscalidad laboral mina el empleo y que el salario mínimo relativamente alto reduce las oportunidades de encontrar un empleo, especialmente para los jóvenes y los trabajadores menos cualificados. Además, el informe defiende que el gobierno debería “teniendo en cuenta la dificultad de favorecer la adopción de un contrato de trabajo único más flexible, corregir el dualismo del mercado de trabajo ampliando la definición de despido por motivos económicos, simplificando el procedimiento de despido y reduciendo las obligaciones de reorganización impuestas a las empresas.”
Alemania: Objetivo Crecimiento 2011 recomienda que el gobierno debería “aligerar la protección del empleo para los trabajadores regulares” reduciendo la protección acordada en los contratos regulares de trabajo, en particular mediante un acortamiento del plazo de preaviso en caso de despido, una reducción del período de notificación para trabajadores con mayor antigüedad y una reforma de las regulaciones en cuanto a la compensación en caso de despido por motivos económicos.

Aunque el PIB per cápita en los Países Bajos se sitúa al nivel de la media en la mitad de los países de la OCDE con mayores ingresos, el informe recomienda flexibilizar la legislación relativa a la protección del empleo respecto a los contratos de duración indeterminada. Además, el informe aboga por fijar topes en cuanto a las prestaciones por desempleo para los trabajadores de mayor edad, cuyo monto debería reducirse a medida que se aproximen a la edad de la jubilación. Se recomienda asimismo una reforma particular al sistema neerlandés de prestaciones por desempleo: Limitar la duración de las prestaciones por desempleo y reducir las cantidades asignadas de manera más rápida durante el período en que se cobre el subsidio.