Los convenios colectivos también son violados, y los empleadores se niegan a negociar con algunos sindicatos independientes. Los trabajadores/as son despedidos por motivos antisindicales y no son reintegrados en sus puestos a pesar de los laudos arbitrales con fuerza vinculante en su favor. El sector ha pasado a utilizar contratos de corta duración determinada en un esfuerzo por crear inestabilidad en el empleo y socavar el ejercicio de los derechos fundamentales. Este año, los trabajadores/as también han sido víctimas de la violencia, incluyendo disparos al exterior de una fábrica textil a principios de este año. El autor de este tiroteo ha sido acusado de un delito menor y sigue en libertad.
Los sindicatos camboyanos se están movilizando para exigir respeto en el empleo. La Confederación Sindical Internacional (CSI) apoya plenamente a los sindicatos camboyanos en sus esfuerzos por superar estos numerosos retos.
Al mismo tiempo, la CSI está consternada al enterarse de que la asociación camboyana de fabricantes de prendas de vestir, la GMAC (Garment Manufacturers’ Association in Cambodia), cuyos miembros son responsables de muchas de las violaciones de los derechos sindicales en la industria de la confección, ha arremetido contra los trabajadores/as en lugar de entablar un diálogo de buena la fe.
Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, reaccionó declarando que "Es simplemente inaceptable que los empleadores estén pidiendo a las autoridades ‘tomar medidas enérgicas’ contra acciones de huelga legítimas, y peor aún que demonicen públicamente a los sindicatos independientes que han tenido el coraje de defender a su miembros y de exigir que se respete el empleo”. La CSI ha hecho un llamamiento urgente para que se entablen relaciones laborales maduras en Camboya, ya que un diálogo auténtico con los trabajadores es la única manera de avanzar. El trabajo decente y el diálogo social son los pilares del desarrollo sostenible y la paz social.