"Juntamos podemos lograr mas cosas" - perspectivas del ISCOS en la cooperación sindical internacional

El artículo del presidente de ISCOS-CISL, Renzo Bellini sobre las perspectivas del ISCOS en la cooperación sindical internacional.

A menudo se dice que en el campo de la cooperación internacional las ONG están haciendo el trabajo de los sindicatos y que los sindicatos, en cambio, se comportan como ONG. Esto es en parte verdad, pero es preciso analizar detenidamente lo que significa. Es verdad que, a veces, debido a las prioridades establecidas por las agencias de financiación (la UE, el sistema de agencias de la ONU, los ministerios nacionales, etc.), los institutos sindicales para la cooperación al desarrollo operan en países en desarrollo con proyectos socio-económicos, e incluso sin la participación directa de los sindicatos. Se trata de áreas que indudablemente deberían estar limitadas para no distorsionar la misión original de las organizaciones que representan a los trabajadores y trabajadoras.

El ISCOS-CISL (Istituto sindacale per la cooperazione allo sviluppo de la Confederazione Italiana Sindacati Lavoro) plantea como condición mínima de sus actividades la promoción y creación de oportunidades de trabajo decente allí donde no existen o donde no todas las personas tienen acceso. En estos casos, la labor del Instituto anticipa la promoción de un trabajo asociado, garantizando los principios establecidos a nivel internacional, en especial los Convenios de la OIT.

Hay también proyectos que apoyan a sindicatos que todavía no consideran necesaria una asociación internacional plena. Por otra parte están los proyectos que apoyan directamente a las organizaciones internacionales con el fin de lograr una alianza internacional más fuerte. En estos casos es muy difícil encontrar fondos por parte de los denominados donantes internacionales “clásicos” (la UE, la ONU, Ministerios de Asuntos Exteriores y Agencias Estatales de Cooperación). Precisamente con relación a estas cuestiones, la CSI y sus redes deben actuar con firmeza y determinación, puesto que temas como el respeto de los derechos humanos y laborales, que pertenecen a las mismas, pueden tener éxito con donantes importantes, revindicando un papel destacado. Es inaceptable que proyectos lucrativos de acuerdos consultivos para promover los derechos humanos y de los trabajadores en Colombia, Birmania y otros países que requieren prioridad, hayan determinado y coordinado nuestras acciones.

En este sentido, el ISCOS-CISL, además de dirigir sus propias actividades de proyectos, junto con sindicatos y organizaciones de la sociedad civil en Brasil, El Salvador, Birmania, Mozambique, Malí, Ucrania, Moldavia y otros países, está llevando a cabo un proyecto en Haití junto con la red de solidaridad “Rete Solidarietà CGIL” y “Progetto Sud-UIL” y en asociación con la CSA. Lanzado hace poco, el proyecto está financiado por trabajadores y Confindustria (organización de empleadores) y el objetivo consiste en apoyar el sindicalismo y el diálogo social en este país a través de las mil dificultades, así como crear sistemas de desarrollo socioeconómico para los trabajadores del sector informal, desarrollando micro-empresas, para la protección de los migrantes, entre otros.

Este es el tipo de modelo que creemos debería promocionarse. La presencia de la acción de la CSA es fundamental para garantizar su relevancia en el marco general de la asistencia a la reconstrucción, tal y como se describe en el documento "Hoja de ruta sindical para la reconstrucción y el desarrollo de Haití", desarrollado y aprobado en la Conferencia de la CSI-CSA que se celebró en Santo Domingo en 2010. Las tres principales confederaciones italianas – CGIL, CISL y UIL – han “respondido al llamamiento” desplegando los recursos humanos y financieros disponibles. Los progresos se lograrán con vistas a la integración y al multilateralismo, además de examinarse las sinergias con la OIT, nuestro entorno natural para la expresión de los principios de diálogo y democracia económica.

La cooperación sindical se encuentra en un punto de inflexión. Seguir considerándola como un sistema cerrado resulta imposible y, en un mundo globalizado, es además ahistórico. Ser un sindicato significa permanecer unidos para promover la justicia. Por esta razón, la óptica del ISCOS-CISL fomenta el trabajo en conjunto, tanto a nivel nacional como internacional, con la participación de su representación natural, o la CSI y sus estructuras regionales. Esta será una estrategia acertada para el futuro de la cooperación sindical. De manera que “juntos” es la palabra clave – tenemos que lograr que nuestras voces se oigan, en particular por la Unión Europea y las Naciones Unidas, para que nos escuchen.

Renzo Bellini, Presidente del ISCOS-CISL