Invertir en la economía de cuidados en las economías emergentes - Empleo y crecimiento inclusivo

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Un nuevo informe de la CSI que se publica hoy muestra el potencial que tendría la inversión pública en el sector de cuidados y en infraestructura física, para el empleo y el crecimiento económico en las economías emergentes.

Si se invierte el 2% del PIB en estos dos sectores, se generaría un aumento del empleo de hasta un 3,2%, creando más de 40 millones de nuevos puestos de trabajo. Aunque el análisis muestra ciertas diferencias entre los seis países estudiados –Brasil, Costa Rica, China, India, Indonesia y Sudáfrica–, en todos los casos los resultados apuntan a un incremento sustancial del empleo impulsando la economía en general, lo que contribuiría al logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).

Un estudio publicado en 2016 sobre siete países de la OCDE, también elaborado por los autores de este informe, Women’s Budget Group , mostraba que invirtiendo ese mismo porcentaje del PIB se incrementaría el empleo global entre un 2,4% y un 6,1%, dependiendo del país, y que la mayoría de los nuevos puestos de trabajo serían asumidos por mujeres, además de aportar un impulso adicional al empleo masculino de hasta un 4%.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “El G20 se ha comprometido a incrementar el empleo para las mujeres, y los resultados de estos dos informes demuestran que invirtiendo en cuidados no sólo se consigue esto, sino que se desbloquearía el potencial económico para millones de mujeres que no pueden de momento acceder al empleo por tener que ocuparse del cuidado no remunerado de familiares ancianos, niños o enfermos. El mundo necesita desesperadamente que se invierta tanto en infraestructura física como en cuidados, para responder a las acuciantes necesidades de la población, crear empleo y estimular el crecimiento del PIB en un momento en que las economías se encuentran estancadas. Los beneficios sociales de una mejor provisión de sanidad, educación y cuidados infantiles hablan por sí solos. Los Gobiernos proponen cada vez más invertir en infraestructura, pero vemos muy pocas acciones concretas sobre la infraestructura física y prácticamente ninguna en relación con la economía de cuidados. Las pruebas están ahí, y las propuestas deben traducirse en hechos”.

El informe se centra asimismo en el impacto de prejuicios de género en las consideraciones económicas, citando como ejemplo datos de la División de Estadística de las Naciones Unidas, una herramienta económica clave. Mientras que el gasto en infraestructura física, que emplea esencialmente hombres, se considera una inversión, el gasto en cuidados, que crea puestos de trabajo sobre todo para mujeres, se considera una carga.

“El informe demuestra que ciertas premisas económicas pasadas de moda pueden representar un auténtico obstáculo para abordar los problemas económicos y sociales, y ya va siendo hora de descartar esas premisas anticuadas reemplazándolas por ideas modernas”, dijo Burrow.

Para leer el informe y para leer el informe de 2016 sobre la economía de cuidados: https://www.ituc-csi.org/CareJobs