Día Internacional del Migrante

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El Día Internacional del Migrante, que se celebra el 18 de diciembre, recuerda al mundo la enorme contribución de más de 250 millones de migrantes a la economía mundial y a las sociedades y comunidades.

Ha de servir además como un llamamiento a la acción respecto a la crisis mundial de los refugiados, con más de 20 millones de personas que huyen de la violencia y la destitución para intentar establecerse en otros países, y el doble de desplazados dentro de sus propios países, la gran mayoría en países en desarrollo.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, comentó: “Mientras que los partidos de extrema derecha explotan la desigualdad y la incertidumbre económica para vilipendiar a aquellos que huyen de la opresión y la guerra, la comunidad internacional debe rechazar la xenofobia y dar muestras de solidaridad y compasión hacia todos los que se han visto obligados a abandonar sus hogares, como está ocurriendo de momento en Alepo, donde un régimen dictatorial se dedica a asesinar a su propio pueblo, fomentando el surgimiento de facciones fundamentalistas. Los refugiados deben ser bien acogidos y apoyados, disfrutando del derecho a trabajar en los países donde se establezcan.

Los trabajadores y trabajadoras migrantes realizan una enorme contribución a las sociedades y economías donde viven. Las gentes han emigrado desde los inicios de la historia de la humanidad, y hoy en día, los trabajadores migrantes forman parte integral del desarrollo económico y social. Debemos mantenernos firmes frente a aquellos que pretenden demonizar a los migrantes, y asegurar que sus derechos en tanto que trabajadores y sus derechos humanos en general sean respetados”.

Estudios de la Organización Internacional de Trabajo han demostrado que la migración tiene un impacto positivo neto sobre el PIB de un país, mientras que el Banco Mundial ha estimado que un incremento del 3% en la fuerza laboral de los países más ricos, como resultado de la migración, supondría un incremento del PIB mundial de 365.000 millones USD para 2025.

“Los Gobiernos deben establecer una gobernanza global efectiva de la migración, basada en los derechos humanos fundamentales, poniendo fin a sistema de esclavitud moderna como los aplicados en los países del Golfo, y acabando con el crimen organizado que está amasando enormes riquezas a costa de la migración internacional. La legislación nacional ha de garantizar además que los trabajadores migrantes no sean tratados como una clase inferior de la mano de obra total.

Es necesario dar prioridad absoluta a combatir los conflictos y la absoluta miseria que están provocando la mayor crisis mundial de refugiados en 70 años. Cuando apenas hay un puñado de países en el mundo que no están implicados directa o indirectamente en algún conflicto armado, hace falta aseverar la importancia esencial que tienen los valores fundamentales de libertad y paz, y abordar los factores que ocasionan conflictos, incluyendo el comercio de armas que mueve más de 100.000 millones USD al año y está fomentando las guerras y empobreciendo a los países en desarrollo”, añadió Burrow.

La CSI reclama estrategias globales de reasentamiento y cooperación, así como reunir los fondos a escala mundial vitales para la protección social y la infraestructura necesarias para cubrir las necesidades de los refugiados en los países de acogida, además de medidas para terminar con los conflictos y la pobreza.