Somalia: La CSI condena los acuerdos laborales abusivos suscritos con Arabia Saudita

La Confederación Sindical Internacional (CSI) se solidariza con su organización afiliada, la Federation of Somali Trade Unions (FESTU), en su condena de los acuerdos bilaterales suscritos por los Gobiernos de Somalia y Arabia Saudita.

Credit: HASSAN ALI ELMI AFP

Los acuerdos respaldan el envío de trabajadores somalíes a Arabia Saudita, que se prepara para ser sede de la Copa Mundial de Fútbol masculino de la FIFA 2034. Pese a las recomendaciones explícitas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en 2022 de incluir en los acuerdos medidas de protección para los trabadores, y cumplir así con las normas internacionales del trabajo, estos terminaron firmándose sin una sola enmienda.

Luc Triangle, secretario general de la CSI, ha declarado: “Condenamos estos acuerdos, que, nos consta, han sido aprobados apresuradamente bajo presiones políticas sin que se hayan mantenido consultas con los sindicatos de trabajadores, y que hacen caso omiso de las normas internacionales del trabajo, socavan los derechos de los trabajadores y favorecen la explotación sistemática de decenas de miles de trabajadores migrantes somalíes.

“La FESTU ha calificado estos acuerdos como una forma de esclavitud moderna, y la CSI comparte esta opinión. Apoyamos a la FESTU en su labor a favor de la justicia, y denunciamos todos los intentos de silenciar a los sindicatos independientes y la labor que realizan para sacar a la luz los abusos laborales.

“Vamos a hacer todo lo posible para denunciar estos acuerdos inaceptables y conseguir que los Gobiernos de Somalia y Arabia Saudita rindan cuentas de sus actos.” Luc Triangle

“El Gobierno somalí debe cumplir sus compromisos de entablar un diálogo social con la FESTU, examinar los acuerdos y garantizar la protección de los trabajadores.

“La mercantilización de los trabajadores somalíes para satisfacer las demandas laborales de la Copa Mundial de Fútbol de la FIFA, y la denegación de sus derechos, constituye una violación flagrante de los derechos humanos y de las normas internacionales del trabajo que debe impedirse a toda costa”.