Según los organizadores, la sociedad civil global, organizaciones, colectivos y movimientos sociales ocuparán el terreno para proponer una nueva forma de vivir en nuestro planeta, en solidaridad contra la mercantilización de la naturaleza y en defensa de los bienes comunes.
En las negociaciones de la Cumbre de Río+20, se espera contar con la participación de 120 jefes de Estado. ¿Pero son los líderes mundiales electos los únicos que deberían decidir sobre nuestro futuro? ¿Qué pueden hacer los ciudadanos de la calle y cómo hacer oír sus voces? La Cumbre de los Pueblos es la solución.
Existe cierta lógica tras el caos estructurado que reina en el Parque do Flamengo. Muchas organizaciones han alquilado su propio espacio, se han dispuesto carpas de distintos tamaños, y muchas de ellas acogen a diversas ONG y organizaciones de la sociedad civil. La mayoría de las carpas se utilizarán para seminarios y debates públicos.
El movimiento sindical participará activamente en la Cumbre de los Pueblos, aportando su propia experiencia a los debates. Sindicatos de todo el mundo se han desplazado a Río, con tres reivindicaciones clave para el futuro del planeta. La primera se refiere a la creación de Empleos Verdes y Decentes. La segunda reivindicación sindical es en apoyo al Piso de Protección Social para proteger a los más vulnerables y garantizar que todos los trabajadores/as y sus familias estén protegidos frente a las múltiples crisis medioambientales y económicas que han de afrontar. Por último, queremos que se implemente una Tasa sobre las Transacciones Financieras, que aportaría fondos para financiar acciones respecto al desarrollo y el cambio climático.
“Invertir en la economía verde y en empleos verdes ha de constituir una prioridad para todos los Gobiernos y líderes empresariales,” indica Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI. “Pero no son ellos los únicos que deben decidir sobre nuestro futuro. La convergencia de todos los miembros de la sociedad civil conducirá al mundo por la senda adecuada.”
¿Qué y cómo?
Habrá cinco plenarias; los sindicatos pertenecen al grupo número cinco, donde se enmarcan también los pueblos indígenas, grupos de mujeres y algunas ONG – abordando el tema “El Mundo del Trabajo”.
Todas las plenarias tratarán sobre los mismos tres temas, en tres sesiones plenarias diferentes:
• Las implicaciones de la actual crisis financiera;
• Falsas soluciones; y
• Nuevas formas de reproducción de capital, soluciones y un nuevo paradigma.
Cada Plenaria concluirá con una Declaración. No es necesario recibir una invitación formal para participar en la Cumbre de los Pueblos. Si pertenece a uno de los grupos, podrá participar libremente. Está previsto que la 5ª plenaria acoja a entre 500 y 1.000 personas.
Por último, el 22 de junio por la mañana se celebrará una Asamblea a la que cualquier puede asistir (se espera que 8.000 personas tomarán parte en la misma, en cuatro idiomas) y donde se elaborará la Declaración final de la Cumbre de los Pueblos.
Este proceso realmente no influirá en la auténtica Cumbre de Río+20, que se celebrará a pocos kilómetros de distancia, pero habrá dos Declaraciones derivadas de todo el proceso: una donde los líderes mundiales expondrán su punto de vista, y otra donde los ciudadanos podrán presentar su propia visión de futuro.