La decisión de celebrar las reuniones de las instituciones financieras internacionales (IFI) en Marruecos subraya los fracasos de las viejas políticas en la región, como se señala en la declaración de la Agrupación Global Unions ante las reuniones: “Los legados de la Primavera Árabe aún resuenan en la región y muchas de sus causas estructurales subyacentes siguen sin abordarse.
“Los débiles mercados laborales no han logrado absorber a las personas que obtienen un título, y las oportunidades de empleo seguro son especialmente escasas para la juventud y para las mujeres de la región. Los recortes en el sector público promovidos por las IFI, particularmente en la educación, erosionan no solo una fuente esencial de trabajo decente, sino también un pilar de la igualdad de género en el empleo.
“La flexibilización y el trabajo precario dejan en mayor desamparo a la gente trabajadora marginada. Esta exclusión estructural del trabajo decente no solo perpetúa el malestar social y la opresión basada en el género, sino que también socava el desarrollo equitativo.
La Agrupación Global Unions reclama un multilateralismo renovado que “pueda proporcionar la fuerza y la legitimidad para emprender los audaces proyectos que necesitamos en este momento: reformar nuestro ‘no sistema’ fallido para la resolución de la deuda soberana, invertir en una transición energética sin dejar atrás a las comunidades, garantizar la protección social universal y apoyar un crecimiento integrador a través de un trabajo decente caracterizado por un diálogo social coherente, la libertad sindical y la negociación colectiva; en otras palabras, un Nuevo Contrato Social”.
Entre sus reivindicaciones fundamentales, la Agrupación Global Unions incluye particularmente:
- Trabajo decente: Las políticas del mercado laboral deben promover el trabajo decente, basado en la libertad sindical y en el diálogo social, en lugar del trabajo precario e informal, elementos que deben incluirse en la próxima declaración de política laboral.
- Transición justa: Colaborar estrechamente con los sindicatos para garantizar que toda la financiación relativa a la lucha contra el cambio climático esté en consonancia con una transición justa para los trabajadores y las trabajadoras.
- Reformar la arquitectura financiera internacional: Abordar la creciente carga de la deuda y las desigualdades sistémicas, en particular, los elevados costos de los préstamos y el acceso limitado a la liquidez para los países en desarrollo, así como la volatilidad de los flujos de capital.
- Reconstrucción bien hecha: Garantizar que los fondos destinados a la reconstrucción en Marruecos, Turquía, Ucrania y otros países garanticen un trabajo decente, que conlleve la libertad sindical y la negociación colectiva, así como la salud y la seguridad tanto de la gente trabajadora como de las comunidades a las que dirigen sus proyectos.