Resultados clave de la Conferencia de la OIT

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Una serie de decisiones clave adoptadas en la Conferencia Internacional del Trabajo celebrada anualmente en Ginebra, que finalizó la semana pasada, beneficiarán a los trabajadores y trabajadoras de todo el mundo y apoyarán a quienes luchan por los derechos fundamentales en países donde las violaciones son flagrantes.

La decisión de la Conferencia en cuanto a que el tema de la salud y la seguridad en el trabajo forme parte de los derechos fundamentales en el trabajo recogidos en la Declaración de 1998, refleja el impacto de las campañas y la labor de incidencia de los sindicatos internacionales, en particular durante los tres últimos años, y obligará a los Gobiernos, y por tanto a los empleadores, a rendir muchas más cuentas ante la OIT. Los comités técnicos de la conferencia abarcaron una serie de temas, sentando importantes precedentes para la adopción de una norma de la OIT sobre los aprendizajes de calidad, el apoyo al trabajo decente en la economía social y solidaria, y el fomento de la creación de empleo, a través, entre otras cosas, del Acelerador Mundial para el Empleo y la Protección Social de la ONU para una transición justa.

La Comisión de Aplicación de Normas (CAN) de la Conferencia adoptó una serie de decisiones para abordar la escasez de personal de enfermería y garantizar que, al igual que las trabajadoras del hogar, muchas de los cuales son migrantes, puedan gozar de la plena protección de la sindicalización, la negociación colectiva y otros derechos fundamentales. La CAN adoptó conclusiones firmes que refuerzan los principios fundamentales de la OIT de protección de los trabajadores y respeto de las libertades civiles, la libertad de asociación y la negociación colectiva. También adoptó conclusiones contundentes sobre Myanmar, insistiendo en que la Junta Militar permita la entrada en el país a una Comisión de Encuesta de la OIT para llevar a cabo investigaciones, así como sobre Belarús, donde el régimen ha seguido incumpliendo las principales conclusiones de un informe de la Comisión de Encuesta de 2004. Tanto Belarús como Myanmar han sido objeto de “párrafos especiales” en el informe del CAN, lo que supone la mayor sanción posible de que dispone dicho Comité. El CAN también pidió a China que aceptara una misión especial para evaluar la situación de la discriminación y el trabajo forzoso en Xinjiang y solicitó al Gobierno que informara a la OIT antes de septiembre.

Sharan Burrow, secretaria general de la CSI, ha declarado: “Este año la OIT ha tomado decisiones muy importantes, en gran parte gracias al trabajo realizado por la CSI, sus organizaciones afiliadas y regionales y las Federaciones Sindicales Internacionales. También reconocemos el papel de muchos Gobiernos que se han mantenido fieles a las responsabilidades de los miembros de la OIT. En un mundo plagado de crisis, y donde el multilateralismo está siendo atacado, la OIT desempeña una función irremplazable que proporciona una protección vital a los trabajadores y las trabajadoras y apoyo a la justicia social.