Pese a que la ley federal garantiza a los trabajadores y trabajadoras, tanto en el sector público como en el privado, el derecho a establecer y afiliarse a sindicatos, los derechos sindicales se ven considerablemente restringidos a causa de los regímenes legales en vigor en varias provincias canadienses. Por otro lado, los Gobiernos provinciales también recurren con frecuencia a la legislación para poner fin unilateralmente a las acciones de huelga emprendidas por los funcionarios.
El informe revela asimismo que, aunque la legislación canadiense prohíbe la discriminación, persiste una brecha salarial de género considerable y en el mercado de trabajo se produce una importante segregación en función del género.
Canadá únicamente ha ratificado cinco de los ocho convenios fundamentales del trabajo de la OIT.
Consultar el informe completo (disponible en inglés o francés)