Primer plano de Myriam Luz Triana (CGT - Colombia)

“Ser sindicalista en Colombia supone poner en riesgo la vida”

Myriam Luz Triana es la secretaria nacional de finanzas y está a cargo de las cuestiones de género en el sindicato colombiano CGT (Confederación General de Trabajadores). Nos explica que la CGT, a pesar de los numerosos asesinatos y de otros tipos de violencia antisindical, consigue ayudar a las trabajadoras y trabajadores que están en peor situación, principalmente a los jóvenes y a los que están en la economía informal.

Colombia es uno de los países más peligrosos del mundo para los sindicalistas independientes. ¿Cuál es entonces su vivencia de la lucha sindical dentro de ese contexto?

Tomar la decisión de ser sindicalista en Colombia implica por cierto que se corre el riesgo de que atenten contra la vida de uno. Cada año, más de 100 activistas sindicales pueden ser asesinados en Colombia, entre los que figuran muchas veces miembros de la CGT. Algunos de ellos habían recibido amenazas antes de que los mataran. En la mayoría de los casos, esos hombres y mujeres fueron muertos a balazos en el trayecto de sus casas al trabajo. Procuramos proteger a los militantes que están más amenazados trasladándolos de una ciudad a otra. Además, una docena de dirigentes, entre quienes estoy yo misma, tenemos que movernos acompañados de guardaespaldas armados. Eso implica una enorme pérdida de libertad pero continuamos porque es necesario que llegue el día en que haya justicia. Y gracias a la solidaridad nacional e internacional los trabajadores y trabajadoras pueden conseguir que las cosas cambien.

¿Quiénes son los asesinos de los sindicalistas?

En la mayoría de los casos no se sabe quién los mató ni por qué, aparte del hecho de que eran sindicalistas. En por lo menos 12 de los casos tenemos la certeza de que hubo paramilitares implicados. La impunidad es total. En general el Estado no aparece directamente como culpable pero pensamos que está implicado indirectamente, aunque no podemos demostrarlo con pruebas fehacientes. En otros casos, los asesinos pueden haber sido guerrilleros, opositores al Estado: Esos opositores generalmente no tienen los mismos principios que los sindicalistas.

Cada vez que se asesina a un sindicalista presentamos una queja. Se hace una investigación. Se nos promete encontrar rápidamente al culpable. Pero las investigaciones no llegan a nada. Las familias de los sindicalistas se quedan sin su principal fuente de ingresos. El gobierno, las empresas y la población hacen un minuto de silencio en memoria de los muertos pero no se preocupan por sus familias. La CGT procura ayudar a esas familias: Averigua en qué situación están los hijos, procura ayudarlos a seguir estudiando, a encontrar una vivienda cuando tienen que irse de la que ocupaban, etc. Detrás de cada asesinato hay un drama familiar. A propósito de esto, hay familiares que ni siquiera aceptan que nos acerquemos a ellos: Nos dicen que les mataron a uno de los suyos porque era sindicalista y consideran entonces que en cierta medida también somos responsables de su muerte. Tienen miedo de que los vean con nosotros.

¿Qué otras prácticas antisindicales son habituales en Colombia?

Si bien actualmente se mata a menor cantidad de sindicalistas que antes, se utilizan otros medios para acabar con las organizaciones sindicales. Por ejemplo, en noviembre de 2006, cuando los 4.000 empleados de un canal estatal de televisión quisieron ingresar a su lugar de trabajo, se lo impidieron militares y policías que estaban apostados en el ingreso. Las tres cuartas partes de esos empleados eran afiliados sindicales. Se les dijo a los trabajadores que la empresa estaba en mala situación y que se la cerraría... Poco tiempo después, se privatizó ese canal de televisión y se le cambió el nombre. Pero los únicos empleados que fueron contratados de nuevo estaban entre las 1.000 personas no afiliadas a un sindicato. .

Otro ejemplo de este tipo tuvo lugar en un supermercado denominado Olympica. Los empleadores le comunicaron repentinamente a los 2.000 trabajadores sindicalizados que tenían que renunciar por escrito a su afiliación sindical y al convenio colectivo. Creemos que actuaron de esa manera porque Carrefour estaba por comprar Olympica. En esa empresa todavía no se ha resuelto el conflicto. Se les ofreció grandes sumas de dinero a los dirigentes sindicales para que abandonaran su lucha pero nada más que una minoría de ellos aceptó el dinero.

¿Cómo se puede con ese clima motivar a los jóvenes para que se afilien?

La CGT ha declarado a la CSI tener 700.000 miembros, de los cuales nada más que el 35 por ciento son mujeres y el porcentaje de jóvenes es inclusive inferior a ése. En 2000 creamos una sección en la CGT abocada a la sindicalización de jóvenes. Adaptamos el funcionamiento a fin de que los jóvenes puedan afiliarse a la confederación sin tener que pasar por la federación. Gracias a ello pueden acceder a los servicios que brinda la CGT pero no necesariamente a los de sus federaciones. Por ejemplo, pueden tener derecho a descuento en el precio de la matrícula universitaria. La CGT tiene acuerdos con tres universidades de Colombia: Si un/a joven está afiliado, se le descuenta entre 5 y 10 por ciento del costo de la matrícula.

También realizamos actividades específicamente destinadas a los jóvenes, por ejemplo, jornadas de acciones sociales en las comunidades con respecto a cuestiones de salud y prevención de embarazos precoces. En Colombia, muchas chicas quedan embarazadas a los 14-15 años y eso nos llevó a hacer campañas para hacer tomar conciencia sobre esa cuestión... Los jóvenes de nuestro sindicato son los que hablan con los otros jóvenes porque entre ellos se comprenden mejor, tienen los mismos códigos de comunicación. Cuando se trata de jovencitas solas embarazadas o ya con hijos, les ofrecemos acompañarlas para que dialoguen con sus familias porque estos embarazos precoces muchas veces crean conflictos. Les ofrecemos también asistir a cursos de formación profesional (informática) porque en general ya no van a la escuela.

¿Esas jóvenes se afilian luego a la CGT?

De las 100 chicas a las que les hemos brindado ayuda, alrededor del 80 por ciento se afilió. Algunas chicas jóvenes no pagan cotizaciones durante el primer período de afiliación porque todavía no tienen sueldo pero todas las que perciben un salario, sí lo hacen.

¿Qué acciones lleva a cabo la CGT para los trabajadores y trabajadoras de la economía informal?

Una de las principales acciones consiste en ayudar a esos trabajadores y trabajadoras a acceder a la seguridad social una vez que se afiliaron a la CGT. Nuestros militantes se movilizan para ponerse en contacto con ellos en la calle, les entregan material sobre la campaña, etc. En primer lugar, tienen que hacer tomar conciencia a los trabajadores y trabajadoras del sector informal de que podrían tener seguridad social: A menudo esos trabajadores ni siquiera saben que existe tal seguridad social o que tienen derecho a ella. La CGT los acompaña luego a lo largo de los trámites para afiliarse a la seguridad social (los ayuda a ponerse en contacto con la administración, llenar formularios, etc. ). El sindicato aporta algo de dinero para la afiliación a la seguridad social y ellos pagan el resto.

Las trabajadoras y trabajadores del sector informal que se afilian a la CGT también reciben –como los demás afiliados- un respaldo jurídico en caso de que tuvieran problemas. Éste puede ser, por ejemplo, apoyo a un vendedor ambulante al que un policía le dice que no puede vender en uno u otro lugar. Otros nos piden ayuda jurídica para regularizar sus documentos de identidad, asesoramiento en conflictos no vinculados con el trabajo (divorcio...), etc.

También impartimos distintos tipos de cursos de formación para los trabajadores y trabajadoras del sector informal, como por ejemplo, para los mecánicos callejeros, pero también para las mujeres del campo, a las cuales se les enseña en nuestros cursos a trabajar mejor la tierra y obtener productos de mejor calidad. Gracias a la CGT, los trabajadores de la economía informal pueden agruparse en cooperativas, las cuales brindan pequeños servicios muy útiles, como por ejemplo, costear el funeral en caso de fallecimiento de un familiar.

Entrevista realizada por Samuel Grumiau y Mathieu Debroux


La CSI, fundada el 1 de noviembre de 2006, representa a 168 millones de trabajadores y trabajadoras de 153 países y cuenta con 304 afiliadas nacionales. Sitio web: www.ituc-csi.org

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