Primer plano de Ashok Subron (Mauricio- GWF)

«El retroceso social que supone el sistema de "24/7" »

El gobierno y el sector primado de Mauricio promocionan una economía que funcione las 24 horas los 7 días de la semana, debido a lo cual una enorme cantidad de mauricianos tienen que trabajar por la noche. Pero... ¡cuidado con los reveses sociales y medioambientales que esto podría implicar”, advierte el sindicalista Ashok Subron.

¿A qué se debe el concepto de una "economía 24/7"?

Los promotores de la idea de "24/7", principalmente el gobierno de Mauricio y su sector privado, sostienen que los sectores económicos principales -como los telecentros, el turismo y las nuevas tecnologías- tienen muchos problemas para contratar mano de obra local para realizar trabajo nocturno. Esta campaña, que fue lanzada a través del organismo oficial Human Resource Development Council (HRDC), tiene por objetivo atraer inversores, crear empleos (*) y mejorar la calidad de vida de la población. Por ejemplo, en el sector de la televenta, grandes empresas internacionales trasladan su producción hacia países con economías pequeñas o medianas, como la de Mauricio. Dada la diferencia horaria que hay entre Europa y Mauricio, los trabajadores que se contrata deben cumplir horarios que no son los habituales en el país (de 7/8 a 16/17). Tienen que trabajar avanzada la tarde o por la noche, con sistemas de pausas y rotaciones, pero sin que se les paguen sobresueldos por las horas extraordinarias o por cumplir horarios no habituales.

¿Qué peligros considera usted que entraña esta evolución?

Una “economía 24/7” cambiará de manera radical la estructura temporal de la vida social, originando una fragmentación que puede conducir a una atomización de la sociedad. Repercutirá en la vida personal y familiar de la gente, en las relaciones entre cónyuges, padres e hijos y amigos, como así también en las relaciones sociales.

Además, el trabajar en esos horarios puede afectar la salud de los trabajadores; los padres tendrán que quedarse despiertos durante el día para poder ocuparse de sus hijos. Quienes trabajen por la noche correrán el riesgo de contraer distintas enfermedades, entre ellas, estrés, enfermedades cardiovasculares y gastroenteritis, como se subraya en diversos estudios de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT).

Este concepto de “economía 24/7” pretende ser el corazón del nuevo marco del empleo y de la política económica que el gobierno mauriciano piensa aplicar durante los años venideros. Sin embargo, ¿es compatible con los derechos sociales adquiridos?

Este nuevo marco del empleo lanza un ataque contra los derechos adquiridos de los trabajadores y trabajadoras, por ejemplo, al eliminar toda indemnización en caso de cierre de empresas y preconizar, entre otras cosas, que se prolongue la semana laboral, pasando de 40 a 45 horas semanales, y que se reduzca de 21 a 15 la cantidad de días anuales de permiso por enfermedad. Hace una semana se sometieron al Parlamento dos proyectos de ley –Employment Rights Bill y Employment Relations Bill– que preconizan el concepto de economía 24/7.

Gracias a la lucha sindical que se libró durante el siglo pasado, en muchos países se consiguió reducir la duración del trabajo, tendencia que en este momento se está revirtiendo. Muchas personas pensaban que la tecnología, especialmente la de la información y las comunicaciones (TIC), contribuiría a que se redujera la duración del trabajo. En realidad, ahora las personas trabajan más tiempo que antes.

En Mauricio se está produciendo un proceso doble ya que, por una parte, se achican sectores donde la duración del trabajo no es mucha, como por ejemplo, el sector público, y, por otra parte, se expanden los sectores donde se cumplen las jornadas laborales más largas, como en el caso de la televenta y del sector textil situado en la zona franca manufacturera.

Además, cuando los trabajadores mauricianos intentan oponerse a este aumento de la duración del trabajo, se contrata a obreros extranjeros. Todas las noches, miles de ellos salen de sus lugares de trabajo en la isla, pasadas las 21 e inclusive las 23. De aprobarse el proyecto de ley sobre los derechos de los trabajadores (Employment Rights Bill), se estará reglamentando este aumento de la duración del trabajo, posibilitando que los empleadores obliguen a un trabajador a comprometerse legalmente a trabajar hasta 45 horas semanales por el mismo salario que con la actual semana de 40 horas. En una versión precedente de este proyecto de ley se intentó inclusive implantar jornadas laborales de 12 a 16 horas, siempre sin cambio de salario.
En el sector de la televenta y en el de la confección se implantó un nuevo sistema de trabajo a destajo. Si el trabajador no completa el cupo diario que se le asigna, debe quedarse a terminarlo una vez finalizado su horario de trabajo.

_Hasta ahora, el trabajo en horas inhabituales se reservaba para los servicios esenciales de la sociedad, como la policía o el sector de salud, sobre la base de un pacto social. No obstante, este concepto de “economía 24/7” busca imponerlo a todo el sistema económico de la isla.

¿Qué le responde usted a quienes promueven este modelo afirmando que el mismo originará crecimiento?

El crecimiento económico no necesariamente es sinónimo de creación de empleos decentes ni de reducción de la pobreza. En Mauricio, el crecimiento de los últimos tres años fue acompañado de una creciente pobreza y de un aumento de las desigualdades salariales. La inflación fue del doble que el aumento de los salarios y durante los últimos diez años se agravó el coeficiente GINI (que indica la diferencia entre ricos y pobres), al igual que la pobreza absoluta. Por lo tanto, el crecimiento económico, con la actual modalidad de producción y consumo, no implica necesariamente una disminución de la pobreza. En países como los Estados Unidos, las proyecciones de crecimiento del empleo implican que durante la década venidera irán aumentando los horarios no habituales de trabajo, especialmente entre las mujeres y los pobres, ya que dicho crecimiento se producirá principalmente en los sectores de servicios menos remunerados.

¿Qué le responde usted a quienes hacen hincapié en la pérdida económica que supone la utilización discontinua de la maquinaria?

Hacer funcionar todas las máquinas sin interrupción equivale a triplicar la capacidad de producción y consumo. ¿Pueden tanto nuestra sociedad como el planeta hacer frente a tal nivel de producción? Esto está en total contradicción con las ideas ecologistas progresistas, que luchan para cambiar el modelo de producción y consumo de nuestras poblaciones. El concepto de economía 24/7 contiene la simiente, no solamente de la destrucción social sino también de la destrucción ecológica.

¿Existen otras maneras de desarrollar la economía?

Los propietarios de esclavos siempre decían que sin los esclavos no podrían mantener su producción. La sociedad sobrevivió a la abolición de la esclavitud. Tenemos que interrogarnos con respecto al actual modelo de producción y consumo. Se debe ejercer presión mediante luchas colectivas políticas y sociales para que se dé un nuevo rumbo a los avances tecnológicos a fin de que éstos respondan a los intereses de las poblaciones y de la humanidad en general.

Entrevista realizada por Nasseem Ackbarally (Infosud)


(*) Según las cifras oficiales de 2008, hay 45.000 personas sin empleo.