La participación de los sindicatos en la cooperación al desarrollo es algo que se remonta a muchas décadas, algo que por fin se ha reconocido oficialmente y que es cada vez más de dominio público. Sin embargo, el reconocimiento de los sindicatos como actores del desarrollo por derecho propio es algo que no se había manifestado explícitamente hasta hace relativamente poco. Un frente menos popular de la labor sindical es la educación para el desarrollo y la sensibilización social (DEAR).
La educación de los trabajadores y las trabajadoras ha sido una parte fundamental de las iniciativas de los sindicatos desde su creación, y la sensibilización social ha sido siempre una de las acciones clave de los sindicatos, que se traduce en actividades de organización, campañas, etc. Así pues, las intervenciones en materia de educación para el desarrollo y sensibilización social (DEAR) en el seno de los sindicatos vienen realizándose desde hace muchas décadas, en el marco de acciones de solidaridad internacional con pueblos colonizados, contra dictaduras y contra el régimen de apartheid, entre otras. Este trabajo ha ido evolucionando hacia formas más elaboradas de acciones y programas DEAR que demuestran una profunda experiencia por parte de los sindicatos en este sentido.
Los sindicatos interpretan DEAR como una forma de compromiso con los ciudadanos/as y los trabajadores/as cuyo objetivo es educar y sensibilizar sobre las realidades en países asociados y presentar respuestas comunes a problemas comunes a través de una mayor solidaridad internacional.