En una Declaración hecha pública ayer, el Consejo Global Unions reclama esfuerzos globales renovados para restaurar la democracia, así como el reconocimiento del Gobierno de Unidad Nacional en Myanmar (NUG por sus siglas en inglés). Tras el sangriento golpe militar, miembros del Gobierno electo de Myanmar formaron el NUG, con el objetivo de coordinar la oposición internacional a los golpistas.
La brutal represión por parte de la junta desde el golpe de Estado ha incluido el asesinato y la detención arbitraria de representantes sindicales, tal como destacó la última edición del Índice Global de los Derechos de la CSI.
Junto con presiones económicas y diplomáticas sobre la propia junta, una acción clave ha de apuntar a la implicación de empresas multinacionales que continúan haciendo negocio con la junta, incluso mediante insumos a través de las cadenas de suministro, que alimentan la industria armamentista de los militares.
“Hay que conseguir que esta corrupta y brutal junta sienta todo el peso de la presión internacional. El pueblo de Myanmar necesita la solidaridad internacional, y la CSI junto con todo el movimiento sindical global continuarán a su lado y apoyando a su central sindical nacional, la CTUM”, declaró el Secretario General Adjunto de la CSI, Owen Tudor.
Para apoyar a los defensores de la democracia en Myanmar, pueden efectuar donativos aquí.