No al derribo de los derechos de los trabajadores de la India, manifiesta el movimiento sindical internacional

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Los sindicatos de la India están protestando hoy, viernes 2 de agosto, contra los planes del Gobierno de Modi 2.0 destinados a degradar los derechos de los trabajadores. So pretexto de racionalizar las leyes en materia de relaciones laborales, el Gobierno está limitando los derechos de los trabajadores e institucionalizando los salarios de pobreza, todo ello en beneficio de las multinacionales. Las organizaciones INTUC, HMS y SEWA, afiliadas a la CSI, tienen previsto colaborar con otros sindicatos de la India para movilizar a millones de trabajadores y trabajadores en la lucha contra los salarios de miseria, la degradación de los derechos y la privatización.

Tras las protestas masivas que han tenido lugar desde principios de año contra las propuestas de Modi, los sindicatos indios han respondido con un espíritu de unidad sin precedentes a los nuevos planes del Gobierno anunciados en los presupuestos de 2019 que presentó a principios de julio el ministro de Finanzas, Nirmala Sitharaman.

Cinco días más tarde, el ministro de Trabajo, Santosh Gangwar, anunció un nuevo salario mínimo de apenas 4.628 INR (60 EUR) mensuales, muy por debajo de la propuesta de 18.000 INR de la Comisión Central de Pago y de la demanda conjunta de 20.000 INR por parte de los sindicatos. El anuncio del Gobierno se basa en el informe de una “comisión de expertos” en la que no hubo representación sindical.

La semana pasada se presentó ante el Parlamento un nuevo proyecto de ley sobre salud y seguridad en el trabajo, destinado a reemplazar 13 leyes específicas por sector. No obstante, el nuevo proyecto de ley no cubrirá más que al 10% de los trabajadores y trabajadoras indios.

Las diez confederaciones sindicales del Trade Union Co-ordinating Council –entre las que se encuentran las organizaciones INTUC, HMS y SEWA afiliadas a la CSI, además de otras confederaciones y sindicatos independientes– anunciaron que la jornada de acción se llevaría a cabo el 2 agosto, manifestando “su firme oposición y condenando el derribo de la codificación de la legislación laboral y otras leyes a pesar de las enérgicas objeciones por parte del movimiento sindical”.

Además de reclamar la retirada de las propuestas y una subida del salario mínimo nacional, los sindicatos solicitan la suspensión de la privatización y la creación de más y mejores empleos aumentando la demanda en la economía mediante unos sueldos más altos, en lugar de intentar atraer a empresas multinacionales mediante la reducción de las protecciones laborales.

"El Gobierno ha hecho caso omiso de nuestras reivindicaciones para fijar los salarios mínimos con arreglo a las directrices de la Organización Internacional del Trabajo y la participación de los sindicatos a la hora de establecer otras normas”, ha señalado Sanjeeva Reddy, presidente de la central sindical Indian National Trade Union Congress (INTUC).

La secretaria general de la CSI, Sharan Burrow, ha declarado: “El movimiento sindical internacional apoya a los sindicatos indios que exigen que la democracia funcione para los trabajadores y las trabajadoras. Defendemos la dignidad, no la explotación, y apoyamos a nuestras organizaciones afiliadas indias que defienden los derechos de los trabajadores en todos los lugares de trabajo, así como un salario mínimo nacional digno y un nuevo contrato social para todos los trabajadores.

“El mundo está muy pendiente de si el Gobierno de Modi es capaz de invalidar los principios básicos de la justicia social y el trabajo decente, por lo que la lucha de nuestros compañeros y compañeras indios es también nuestra lucha.

“Más del 90% de los empleados continúan trabajando en el gigantesco sector de la economía informal de la India. Muchos de estos trabajadores se están afiliando a sindicatos para conseguir el reconocimiento de sus derechos y la mejora de su situación. El Gobierno tiene que ser un asociado en esta iniciativa, y sin embargo sus medidas han generado nuevos obstáculos a la formalización y han erosionado los derechos de los trabajadores del sector de la economía formal. Un salario mínimo vital y la protección social para todos son medidas que favorecerán la seguridad de las familias trabajadoras y el desarrollo de una economía sostenible. El Gobierno ha dejado un rastro de promesas rotas en este sentido, y el pueblo ha perdido la esperanza”, añadió Burrow.