Las “reformas” laborales de Qatar: nuevas etiquetas a las viejas leyes

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Las reformas que Qatar ha anunciado aplicará a su legislación laboral harán que los trabajadores migrantes sigan estando bajo el control absoluto de los empleadores, perpetuando así el sistema de esclavitud moderna que apuntala el gigantesco proyecto de infraestructura que se está llevando a cabo para la celebración de la Copa del Mundo de 2022.

La nueva ley mantiene el sistema de visados de salida que permite que los empleadores puedan retener a los trabajadores en Qatar en contra de su voluntad durante un período de hasta cinco años, e impedirles asimismo que cambien de empleo durante la vigencia de su contrato. También les autoriza a retener los pasaportes de los trabajadores – algo que anteriormente se consideraba ilegal, aunque la correspondiente disposición raramente, o nunca, se respetara. Del mismo modo, se sigue prohibiendo a los trabajadores formar sindicatos y negociar colectivamente, y, dado que el salario mínimo no existe, el sueldo que reciben depende del país del que proceden en lugar del trabajo que realizan.

Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI, ha expresado: “Qatar le ha cambiado el nombre al deplorable sistema de kafala, pero en realidad los trabajadores migrantes van a seguir estando atados a sus empleadores. El mero hecho de poner nuevas etiquetas a las viejas leyes no elimina la sombra de la esclavitud moderna, y los trabajadores seguirán viéndose obligados a trabajar bajo un sistema feudal de empleo. Uno de los países más ricos del mundo es responsable de mantener a sus trabajadores y trabajadoras en una situación de pobreza y servidumbre, y de que se registren unos índices alarmantes de muertes y lesiones relacionadas con el trabajo”.

Lo que la iniciativa del Gobierno de Qatar pretende no es sino desviar las críticas internacionales relacionadas con el trato abusivo que reciben los trabajadores migrantes en el país, y ello justo antes de que la Organización Internacional del Trabajo tome el próximo mes de marzo una decisión clave en cuanto a una petición de constitución de una Comisión de Encuesta para que se examine la situación en Qatar.

“Ante la inexistencia de una legislación laboral del siglo XXI, es imprescindible que las empresas internacionales que operan en Qatar garanticen que el conjunto de sus operaciones en el país respeten las normas internacionales del trabajo, y que la FIFA y demás organismos deportivos que están haciendo negocios con Qatar ejerzan la máxima presión para que se lleve a cabo una reforma genuina”, concluye Burrow.