Actualmente, más de la mitad de la población mundial no está cubierta en absoluto por las medidas de protección social. Esto afecta particularmente a las mujeres, cuya presencia es mayoritaria en la economía informal. Es esencial lograr la transición a la economía formal de al menos 1.000 millones de trabajadores informales de aquí a 2030, y el establecimiento de sistemas de protección social universales y con perspectiva de género es una de las máximas prioridades para crear sociedades resilientes. Se trata de una elección política para muchos países, pero no para todos: los países más pobres necesitan ayuda y solidaridad internacional en el proceso a través un fondo mundial para la protección social.
¡La protección social universal y un fondo mundial para la protección social son la única manera de construir un mundo resiliente!