La CSI condena la brutal agresión de que fue objeto un representante de los trabajadores en el sur de China

En el día de la fecha La CSI le envió una carta a las autoridades de Shenzhen protestando por el hecho de que Huang Qingnan fuera brutalmente apuñalado.

Bruselas, 27 de noviembre de 2007: En el día de la fecha La CSI le envió una carta a las autoridades de Shenzhen protestando por el hecho de que Huang Qingnan fuera brutalmente apuñalado. Huang Qingna trabajaba en el centro de asesoramiento y respaldo laboral de Shenzhen. Está grave (foto) y podría perder una de las piernas.

Durante las últimas semanas hubo ataques contra el centro mismo. En una carta enviada a Xu Zhongheng, Alcalde de Shenzhen (EN - pdf), la CSI le reclamaba porque Huang, un representante legal del Centro “Dagongzhe” de Shenzhen, fue gravemente herido como resultado de una agresión cometida por dos hombres armados con cuchillos. El 20 de noviembre cerca del local de la oficina, Huang habría recibido varias cuchilladas y tendría heridas de 10 cm de largo. El centro mismo había sido saqueado durante dos ataques previos, perpetrados el 11 de octubre y el 12 de noviembre de 2007. La CSI dispone de fotografías que muestran que el centro fue devastado por completo (favor cliquear aquí).

Esos ataques parecen tener relación con una campaña más amplia contra el centro y, en particular, contra la labor que éste realiza con los migrantes, ahora que el 1 de enero de 2008 entrará en vigencia la nueva ley sobre los contratos de trabajo. Informes recibidos de la zona de Shenzhen indican que se golpea o amenaza verbalmente a muchos trabajadores cuando éstos procuran reclamar los salarios no pagados o indemnizaciones, sobre todo en los casos de los despidos que se están haciendo antes de que entre en vigencia la nueva ley, donde se estipulan salvaguardas para los trabajadores con antigüedad. Entre los informes sobre empleadores que están despidiendo a trabajadores con mucha antigüedad figuran grandes empresas chinas como Huawei, la empresa de televisión central de China, diversas organizaciones docentes y Wal-Mart. Según parece, ahora esta práctica se acompaña de métodos más violentos con el fin de intimidar y amenazar a los trabajadores que se oponen a las medidas que se están tomando.

El 25 de mayo de 2007, la CSI le había enviado una carta a las autoridades centrales de China (EN - pdf) haciendo referencia a la nueva ley En la misma, les decía que si bien continuaba preocupada por el hecho de que en la nueva ley sobre los contratos de trabajo no se contemplaran cuestiones fundamentales como la libertad sindical, consideraba que muchas de las disposiciones de dicha ley constituían un avance con respecto a la legislación anterior. Ahora les dice que durante los últimos meses ha venido siguiendo de cerca la situación con preocupación, observando que aumentaban los informes sobre despidos masivos de trabajadores por parte de empresas que estarían procurando deshacerse de trabajadores con mucha antigüedad antes de que entraran en vigencia al comienzo del año próximo las nuevas disposiciones que pueden proteger sus empleos.

En su carta al Alcalde Xu, la CSI le decía que los recientes ataques contra el Centro Dagongzhe de Shenzhen coinciden con la información que había recibido sobre el aumento del hostigamiento, control y supervisión de las agrupaciones defensoras de los derechos de los trabajadores en todo China pero, sobre todo, en el delta del Río de las Perlas. Le decía asimismo que muchas agrupaciones son objeto de hostigamiento no violento pero continuo de parte de funcionarios locales, como así también de otras personas que habían sido objeto de presión para que dejaran de apoyarlas, hostigamiento que se traduce en forma de obstáculos para la inscripción oficial, cuestiones impositivas o relativas a alquiler. La CSI también manifestó preocupación por el aumento de periodistas y abogados a quienes se detiene y hostiga debido a su labor en cuestiones referentes a derechos laborales y en defensa de la sociedad civil.

“Esas organizaciones desempeñan un papel vital en el bienestar de la sociedad local y de los trabajadores y se debe garantizar la integridad física de su personal”, dijo Guy Ryder, Secretario General de la CSI. “A menos que se haga comparecer ante la justicia y se castigue a los responsables de tales viles ataques conforme a la ley, continuará el hostigamiento contra los militantes de derechos de los trabajadores –tanto por parte de funcionarios como de empresas-, lo que no hará sino obstaculizar el desarrollo de la tan mentada ‘sociedad armoniosa’”, agregó.


La CSI representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 305 afiliadas nacionales.

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