Este informe de política, preparado por el L20 como aportación a las discusiones durante la Reunión de Ministros de Trabajo y Empleo del G20 en 2018, ofrece un resumen técnico sobre la evolución global de los salarios durante las últimas décadas. Muestra que, en general, se registra una tendencia al estancamiento salarial en muchos países. La desigualdad salarial ha aumentado, y los beneficios no se reparten con los trabajadores/as a través de aumentos salariales.
El informe resume los diversos factores que influyen en estas tendencias, incluyendo el debilitamiento del diálogo social y la negociación colectiva, el incremento del trabajo precario y mal remunerado, regulaciones ineficaces del mercado laboral, mayor poder de las empresas para imponer los salarios, el cambio tecnológico, y la globalización. Muestra además que en todo el mundo el salario de numerosos trabajadores/as no es suficiente para vivir con dignidad, al tiempo que sistemas de protección social inadecuados exacerban aún más los elevados niveles de desigualdad y pobreza. El informe subraya que los gobiernos, conjuntamente con los interlocutores sociales, tienen el poder de abordar estos desafíos eficazmente.
En el contexto del L20, los sindicatos piden a los gobiernos que establezcan salarios mínimos dignos, basados en el costo de la vida y con la plena participación de los interlocutores sociales. Es necesario abordar de manera efectiva los obstáculos a la libertad sindical. Deben promoverse las negociaciones colectivas en relación con los salarios, y los convenios colectivos han de tener una cobertura amplia y su aplicación estar garantizada por la ley. Por último, es necesario establecer sistemas de protección social adecuados y exhaustivos, de conformidad con el Convenio 102 y la Recomendación 202 de la OIT, a fin de garantizar la seguridad de los ingresos de los trabajadores/as y sus familias, como parte de una estrategia general para reducir la desigualdad y promover condiciones de vida adecuadas para todos.