Iraq: Graves temores por los trabajadores migrantes secuestrados

La CSI ha expresado graves temores por los trabajadores migrantes que se encuentran atrapados en medio de los enfrentamientos que están teniendo lugar en Irak.

Según diversos informes, el grupo extremista ISIS tiene previsto utilizar a 39 trabajadores indios secuestrados como escudos humanos. El grupo no se ha mostrado en ningún momento dispuesto a negociar la liberación de los 39 trabajadores que capturó en Mosul. Al parecer también hay 46 enfermeras indias atrapadas en un hospital de Tikrit.

Los trabajadores iraquíes y sus sindicatos han estado asimismo en el punto de mira de los extremistas. Se ha informado de que las oficinas del Sindicato de Docentes han sido ocupadas por hombres armados y que los activistas sindicales se han convertido en el blanco de ISIS. Los trabajadores de otros sectores, incluida la industria petrolera, están en peligro constante debido a los enfrentamientos entre las fuerzas de ISIS y las anti-ISIS. Mientras tanto, existen indicios de que la campaña del Gobierno para reclutar 1,5 millones de trabajadores en las milicias, con el objetivo de defenderse del grupo ISIS, incluye el reclutamiento forzoso.

Miles de trabajadores migrantes, entre los que se cuentan cientos cuyos pasaportes están en manos de los directivos de las empresas, corren serios riesgos de ser raptados o algo peor. En el país hay unos 2.000 nepalíes trabajando, a pesar de que el Gobierno de Nepal había prohibido la emigración de trabajadores a Iraq.
Las mujeres que se encuentran en zonas controladas por el grupo ISIS corren un grave riesgo de sufrir abusos sexuales, y varios informes apuntan a que algunas mujeres habrían llegado incluso a suicidarse.

“Iraq está afrontando una combinación tóxica de los resultados de un Gobierno autoritario, y los fundamentalistas financiados por los países de la zona del Golfo, que están amenazando con aplicar el castigo de la amputación de extremidades por robo y forzando a las mujeres a permanecer dentro de sus casas. El último brote de violencia está situando a cada vez más trabajadores y sus familias en la línea de fuego, y el daño que se está causando a la economía, a la sociedad y a los medios de vida perdurará durante mucho tiempo”, ha declarado Sharan Burrow, Secretaria General de la CSI.

“Desde el derrocamiento de Saddam Hussein, los trabajadores han intentado desarrollar organizaciones sindicales genuinas, pero sus intentos se han visto obstaculizados por la represión y una legislación sumamente restrictiva. Ahora se enfrentan a una situación espantosa debido al recrudecimiento de un conflicto extremadamente violento. La comunidad sindical internacional está instando a que se adopte un enfoque político pacífico para proteger a los trabajadores iraquíes y sus familias del sectarismo, la discriminación y el terror.”

“La comunidad internacional tiene que intensificar radicalmente sus esfuerzos para restablecer la paz, y repudiar los tremendos métodos y dogma característicos del grupo ISIS, que está tratando de que la región vuelva a la edad media. Los que mayor peligro corren – las mujeres, los niños, los migrantes y los trabajadores de determinadas profesiones – deben ser protegidos”, añadió Burrow.