Hong Kong: los activistas han de ser liberados de inmediato

La Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) han transmitido su solidaridad a los 47 activistas de Hong Kong detenidos y acusados de conspiración para subvertir el poder del Estado, en virtud de la nueva Ley de Seguridad Nacional, el domingo 28 de febrero de 2021.

La CSI y la ITF exigen que las autoridades de Hong Kong retiren todos los cargos contra los activistas y los liberen de inmediato sin condiciones.

Entre los 47 activistas hay dos sindicalistas: Carol Ng, presidenta de la Hong Kong Confederation of Trade Unions, y Winnie Yu, presidenta de la Hospital Authority Employees’ Alliance. Carol Ng es una respetada y destacada sindicalista en el ámbito de la aviación civil de la ITF.

Carol Ng y Winnie Yu han sido acusadas de “conspirar para subvertir el poder del Estado” por su participación en las elecciones al Consejo Legislativo de 2020.

“La detención de estos 47 activistas pone una vez más en evidencia la nueva Ley de Seguridad Nacional de Hong Kong, que vulnera flagrantemente los derechos civiles, políticos y laborales fundamentales protegidos por el derecho internacional”, ha señalado Sharan Burrow, secretaria general de la CSI.

“Ser sindicalista no es delito”

“Los sindicatos, sus miembros y sus representantes deben tener derecho a organizar acciones de protesta y a participar en actividades políticas. Expresar apoyo a un partido político que defiende los intereses de los trabajadores o estar en contacto con organizaciones internacionales de trabajadores y empleadores no es contrario a la ley. La persecución de Carol y Winnie es una clara señal de que estas libertades están siendo atacadas”, ha dicho Sharan Burrow.

Stephen Cotton, secretario general de la ITF y presidente del Consejo Global Unions (CGU), ha reafirmado el derecho fundamental de Carol Ng y Winnie Yu a trabajar por los derechos sindicales y de los trabajadores: “Defender la democracia y los derechos de los trabajadores no es un crimen. Ser sindicalista no es delito. Estos derechos están protegidos por el derecho internacional. El movimiento sindical internacional se solidariza totalmente con Carol y Winnie, víctimas de persecución por defender los derechos de los trabajadores que tanto costó conseguir”.