Bruselas, 27 de noviembre de 2007: El 25 de octubre, la patronal del puerto de Poti cerró la oficina sindical y despidió a cinco sindicalistas, luego de que, dentro del marco del proceso de reestructuración que se está llevando a cabo en el puerto, el sindicato presentara sus reivindicaciones para que se establecieran mecanismos de protección de los derechos sindicales. El Consejo Regional Panaeuropeo (CRPE) y la Confederación Sindical Internacional (CSI) consideran que esto ilustra claramente que la legislación de Georgia –que permite que las patronales despidan trabajadores sin dar ninguna explicación- no acata las obligaciones internacionales que tiene ese país.

El despido de los afiliados o funcionarios de sindicatos por llevar a cabo legítimas actividades sindicales constituye una grave violación del derecho de libertad sindical y de negociación colectiva englobado en los Convenios núm. 87 y 98.
En numerosas ocasiones, la CSI ha recordado a las autoridades de Georgia las deficiencias existentes en el nuevo código laboral, que ahora han dado origen a violaciones de facto del derecho internacional. La CSI respalda plenamente las medidas tomadas por su afiliada –la Confederación Sindical de Georgia- para acabar con el hostigamiento de que se hace objeto a los militantes sindicales en el puerto de Poti.

En una carta enviada a las autoridades (EN - pdf), la CSI insta al gobierno a intervenir con el fin de hacer que Georgia respete sus obligaciones internacionales, que se reincorpore a sus tareas a los funcionarios sindicales despedidos, que se ponga término a las penurias que pasan y que se deje en claro a las empresas que el acoso antisindical es inaceptable. La CSI también le reclama al Presidente Saakashvili que inicie una revisión del código laboral con carácter prioritario a fin de que terminen de una vez por todas las intimidaciones y el hostigamiento practicados contra los afiliados de los sindicatos.

“Es inaceptable que se prive a los trabajadores y trabajadoras del derecho de sindicalización y de defenderse y que el código laboral del país favorezca las violaciones de la libertad sindical,” declaró Guy Ryder, Secretario General de la CSI. “Se deben tomar medidas de inmediato para reincorporar a sus tareas a los cinco sindicalistas despedidos y para garantizar la protección de los derechos fundamentales de todos los trabajadores y trabajadoras, tanto en la ley como en la práctica”, agregó.

La CSI representa a 168 millones de trabajadores de 153 países y territorios y cuenta con 305 afiliadas nacionales.

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