La transición hacia una energía fiable, accesible y sostenible es esencial para que la humanidad mejore sus condiciones de trabajo y de vida, preservando al mismo tiempo el medio ambiente.
Los Gobiernos deben colaborar con los trabajadores y empleadores para aumentar la capacidad de generar energía renovable y garantizar un acceso eficiente para todos.
También es urgente que los Gobiernos acaben con todas las subvenciones a los combustibles fósiles e inviertan estos recursos en infraestructuras de energía sostenible y la lucha contra la pobreza energética.
Este cambio es relativamente factible para la mayoría de países: todos los planes climáticos nacionales deben incluir medidas para la creación de empleos decentes y respetuosos con el clima en el sector energético, con medidas de transición justas y con perspectiva de género basadas en el diálogo social.
Sin embargo, los países más pobres carecen de capacidad para realizar estos cambios. Por eso, los sindicatos piden más financiación internacional de la lucha contra el cambio climático para apoyar las energías renovables en esos países, junto con mecanismos sólidos de rendición de cuentas para que las inversiones sean sostenibles.
PRIORIDADES SINDICALES PARA EL ODS 7
- Reconocer el acceso a la energía como un derecho humano y garantizar el acceso universal a servicios energéticos asequibles, fiables y modernos, aplicando políticas energéticas democráticas, inclusivas y sensibles a las cuestiones de género que respeten y promuevan los derechos humanos y laborales.
- Abordar el creciente fenómeno de la pobreza energética mediante el desarrollo de la capacidad de las energías renovables y de sistemas de transmisión eficientes que lleven la energía a todos, así como apoyando a los hogares que se enfrentan a la inseguridad energética.
- Aplicar políticas industriales y sectoriales de transición justa y planes de inversión basados en el diálogo social oportuno, el desarrollo de capacidades, la protección de los derechos laborales, la creación de empleos decentes y respetuosos con el clima en los sectores de las energías renovables y en todos los sectores económicos tradicionales y emergentes.
- Introducir medidas de transición justa con perspectiva de género relacionadas con la energía en los planes nacionales sobre el clima de los países, con la participación efectiva de los interlocutores sociales, tal como establecen las Directrices de la OIT para una Transición Justa.
- Poner fin al despilfarro que suponen las subvenciones públicas a las empresas de combustibles fósiles y actuar para impedir que éstas se lucren, garantizando al mismo tiempo la protección de los hogares contra la pobreza energética.
- Aumentar la financiación internacional de la lucha contra el cambio climático para apoyar la producción de energías renovables en los países en desarrollo, garantizar el compromiso con las principales partes interesadas, incluidos los trabajadores y las comunidades afectadas, sobre la cantidad, la forma y la supervisión de la financiación, y establecer mecanismos de rendición de cuentas para las inversiones sostenibles y verdes, para evitar el lavado verde y garantizar que se respeten todos los derechos laborales y que todas las inversiones sean mensurablemente respetuosas con el clima.
- Acelerar la transición energética, aumentando sustancialmente la proporción de energías renovables en la combinación energética mundial, cumpliendo las orientaciones científicas del IPCC sobre los derechos de emisión necesarios para alcanzar el objetivo de 1,5 °C.
HACER UN TWITTER
VER EL VÍDEO