Foro Asia-Europa: los sindicatos presionan a los jefes de Estado sobre el trabajo decente y los salarios mínimos

Representantes sindicales de 20 países asiáticos y europeos, reunidos esta semana en Bruselas en el Foro Laboral Asia-Europa (AELF, por sus siglas en inglés), han instado a sus gobiernos a que aborden los persistentes déficits de trabajo decente y aseguren salarios mínimos suficientes para vivir en las cadenas mundiales de suministro y las empresas digitales.

La Secretaria General de la CSI, Sharan Burrow, y la Secretaria Confederal de la CES, Liina Carr, entregaron anoche el mensaje del Foro Laboral a los líderes de gobierno en una sesión de la reunión intergubernamental Asia-Europa (ASEM), que ahora reconoce formalmente al AELF.

“Instamos a los gobiernos de la ASEM a que exijan a las empresas la inclusión de la diligencia debida en los derechos de los trabajadores y las trabajadoras así como otros derechos humanos a lo largo de sus cadenas de suministro y que proporcionen mecanismos legítimos de reclamación y su acceso de conformidad con los Principios Rectores de las Naciones Unidas sobre Empresas y Derechos Humanos. También hicimos hincapié en que los nuevos peligros que entrañan el denominado “trabajo colaborativo en línea” y las empresas de plataforma digital aumenten el trabajo precario, a menos que los gobiernos cumplan con su responsabilidad de garantizar que estas formas de negocio estén debidamente reguladas. Asimismo, subrayamos la necesidad de que los gobiernos actúen de manera decisiva en relación con el cambio climático para mantener el aumento de la temperatura por debajo de 1,5 grado, garantizando también una transición justa a una economía baja en carbono. Se requieren medidas inmediatas para aumentar la resiliencia y la adaptación”, afirmó Burrow.

“Los bajos salarios, el trabajo precario, las negociaciones entre empleadores y sindicatos, la política comercial y la globalización son cuestiones que atañen a los trabajadores y trabajadoras de Europa, Asia y de cualquier otro continente. El mercado global debe estar mejor regulado y las empresas deben ser obligadas a ofrecer salarios justos y trabajo decente cualquiera que sea el lugar donde se establezcan. Una economía global basada en la explotación y la codicia solo servirá para aumentar las desigualdades y la inestabilidad en nuestras economías. Los gobiernos de la Unión Europea y de Asia tienen el deber de actuar si tienen interés en proteger a sus propios ciudadanos y ciudadanas”, señaló Carr.