Entrevista en primer plano a José Escolástico Pinzón Salazar (CGTG - Guatemala)

“El miedo fue lo que me llevó a rebelarme ante las injusticias”

“El miedo fue lo que me llevó a rebelarme ante las injusticias”

Guatemala es uno de los países donde resulta más peligroso llevar a cabo actividades sindicales. Asesinatos, amenazas, despidos... son algunos de los riesgos que corren los militantes sindicales. Las autoridades guatemaltecas le dan vía libre a esos abusos, cuando no los cometen ellas mismas. José Escolástico Pinzón Salazar, Secretario General de la CGTG (1), explica la razón de esta situación.

En 2006 fueron asesinadas en Guatemala casi 6.000 personas. ¿A qué se debe tal clima de violencia?

La principal causa de esta violencia es la policía civil nacional. En la política de Guatemala están implícitos los escuadrones de la muerte, que forman parte de la policía civil. Gobierno y empleadores obran a la par, como consecuencia de lo cual se cometen muchísimas violaciones de los derechos sindicales. Si se contabilizan todas las centrales sindicales, se llega entre enero y mayo de 2007 a un saldo de una decena de muertos. La violencia se estructura a través de la política, está vinculada a la delincuencia organizada y al narcotráfico. Es difícil luchar contra una violencia que procede del gobierno mismo, a través de su Ministerio de Gobernación.

El 15 de enero pasado fue asesinado Pedro Zamora, dirigente del sindicato de trabajadores portuarios. ¿Qué circunstancias rodean ese asesinato?

Pedro Zamora encabezaba una campaña sindical apuntada a bloquear los planes gubernamentales destinados a reestructurar el puerto público de Quetzal. Había recibido amenazas de muerte. Cuando lo asesinaron, estaba llevando en auto a sus hijos a una clínica. Los asesinos interceptaron el vehículo y dispararon sobre Pedro Zamora. Éste protegió a sus hijos con su cuerpo y murió acribillado a balazos. El ataque fue cuidadosamente planeado. No cabe duda de que los asesinos sabían el recorrido que haría el vehículo.
La manera en que se llevó a cabo la investigación y en que se cometió el crimen hacen pensar que las autoridades del puerto estaban implicadas. De confirmarse esto último, los culpables quedarían impunes. Una misión sindical internacional (2) estuvo en Guatemala luego del asesinato. Se entrevistó con la policía civil, que reconoció haber iniciado una investigación recién al cabo de quince días. De no haberse llevado a cabo esa misión internacional, no se habría hecho investigación alguna. No obstante, dado el clima general de impunidad, no creemos que esta investigación obtenga verdaderos resultados.
Además del asesinato de Pedro Zamora, también deploramos el despido de 9 trabajadores sindicalizados del puerto, como consecuencia de problemáticas negociaciones colectivas. El presidente del puerto envió un informe al secretario privado del Presidente de la República diciéndole que no era posible reincorporar a sus tareas a las nueve personas despedidas, que de hacerlo “se perdería la contienda”. Éste es uno de los motivos por los que se sospecha que toda esta represión fue organizada por las autoridades del puerto. De hecho que no fueron esas autoridades las que dispararon contra Pedro Zamora, pero contrataron gente que lo hiciera.
Tras la visita de la delegación sindical internacional, las 9 personas despedidas fueron reincorporadas a sus tareas y las autoridades aceptaron discutir la negociación colectiva. Todo esto es un ejemplo muy concreto del éxito que puede tener la solidaridad internacional.

El 6 de febrero mataron a otros dos miembros de su sindicato, Walter Anibal Ixcaquic Mendoza y Norma Sente de Ixcaquic...
Ambos pertenecían a la rama de mi sindicato que se ocupa de afiliar a personas de la economía informal. Sus asesinatos son dos ejemplos más de la impunidad reinante ya que en su caso tampoco se hizo ninguna investigación. Eran vendedores ambulantes y fueron muertos a balazos. Eran nada más que afiliados del sindicato. No habían recibido amenaza alguna, contrariamente a lo sucedido con los dirigentes del sindicato. Es el “sindicato de la Sexta Avenida”, una de las principales calles del centro histórico de la capital, donde se instalan muchos vendedores de la economía informal. No tenemos ninguna prueba que demuestre que fueron asesinados por motivos sindicales pero se sospecha que fue así porque los comerciantes ejercen mucha presión sobre el sindicato para que los vendedores ambulantes se vayan de esa avenida. Hace mucho tiempo que las autoridades procuran sacar a los vendedores ambulantes de ese lugar. Hemos hecho frente a esas presiones. Esos dos asesinatos son un mensaje claro que se está haciendo llegar al sindicato.

¿Cuáles son los principales servicios que brinda la CGTG a los trabajadores y trabajadoras de la economía informal?

La organización, la formación y la ayuda jurídica. Por ejemplo, discutimos con las autoridades municipales a fin de conseguir un convenio colectivo que autorice a los pequeños vendedores a quedarse donde están. Se negocia cuánto tiempo pueden quedarse y dónde... Las autoridades estipulan sus condiciones, como por ejemplo, que se mantenga limpio el lugar, que no se bloquee la calle o que se pague un impuesto local. También hemos creado un fondo para otorgar microcréditos. De esta manera, se evita que los trabajadores y trabajadoras de la economía informal, que generalmente no tienen manera de conseguir créditos bancarios, tengan que recurrir a prestamistas poco escrupulosos. La organización de la economía informal está recién comenzando: Si bien más del 70 por ciento de los trabajadores se desenvuelven en este tipo de economía, solamente está sindicalizado un 5 por ciento de ese 70 por ciento.

¿Qué países están en mejor posición para influir en el gobierno de Guatemala?

En este momento, la Unión Europea está negociando un acuerdo comercial con los países de América Central. No debe hacerse cómplice de las violaciones de derechos humanos que se cometen en Guatemala: Si realmente desea ayuda a América Central, no debe tolerar la impunidad, la violencia antisindical, la violencia contra la mujer, etc. La ayuda se debe supeditar al respeto de los derechos humanos, de lo contrario todo seguirá igual. Por el momento, la ayuda que otorga la Unión Europea no beneficia mucho a la población debido a la corrupción reinante en Guatemala. La CSI y la CES (Confederación Europea de Sindicatos) pueden desempeñar un importante papel junto al movimiento sindical guatemalteco para convencer a los gobiernos de la Unión Europea de tomar ese rumbo. No dejamos de albergar esperanzas de que así sea.

En cambio, no tengo casi esperanzas de que el gobierno de los Estados Unidos se decida a efectuar una intervención positiva porque en el accionar de ese país en América Central hay mucha hipocresía. Estados Unidos no ejercerá presión sobre un gobierno como el de Guatemala porque si éste cambiara podría no coincidir con sus propios intereses.

¿Qué consecuencias tiene para los trabajadores y trabajadoras la entrada en vigencia en julio de 2006 del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos, al que la mayoría de los sindicatos se opusieron?

Ese tratado es positivo para el gobierno, los grandes capitales y las empresas pero muy negativo para los trabajadores y trabajadoras del sector agrícola. Debido al mismo hubo fusiones de empresas y se produjo una invasión de productos extranjeros, por ejemplo, en el sector agrícola. Los productos proceden principalmente de Estados Unidos. Los campesinos de América Central no tienen los mismos subsidios que los europeos o estadounidenses. El agricultor estadounidense puede cobrar precios más bajos gracias a los subsidios y a nosotros nos resulta imposible competir con ellos. Un quintal de maíz puede costar 100 dólares cuando lo vende un productor guatemalteco pero los estadounidenses lo venden a 50 dólares.
La vida de los campesinos guatemaltecos es muy dura. Muchos no tienen tierras y tienen que trabajar para latifundistas ya que no hubo ninguna reforma agraria que redistribuyera mejor la tierra. Sus condiciones de trabajo son inhumanas, en parte debido a que el código laboral no se aplica en la práctica a este tipo de sector. Los salarios no alcanzan para vivir de manera decente: un campesino puede ganar 7 dólares diarios pero se necesita un mínimo de 200 dólares mensuales para cubrir las necesidades alimentarias básicas de una persona, a lo que hay que agregar los gastos de atención médica, educación, vivienda, etc.

¿Se pueden formar sindicatos en las zonas francas de Guatemala?

En las zonas francas hay 250 empresas, la mayoría de ellas pertenecientes al sector textil y nada más que en tres de ellas se han reconocido sindicatos. El clima imperante es las zonas es terrible, yo lo calificaría inclusive de salvaje. Hay empresas de Corea del Sur y Taiwán y como los gobiernos de esos países le pagan mucho dinero al gobierno de Guatemala, éste no controla lo que sucede en las zonas. En Guatemala, formar sindicatos entre los trabajadores es difícil sobre todo debido a la generalizada política antisindical pero lo es todavía más en las zonas, donde el gobierno no efectúa ningún tipo de supervisión.

¿Cómo puede para seguir queriendo ser dirigente sindical dentro de tal clima? ¿No tiene miedo de perder la vida?

Quiero ayudar a la gente, ésa es mi vocación. Es lo que siempre quise hacer, desde que era niño. Mi padre era un líder en su comunidad y yo sigo sus pasos. Con respecto al hecho de temer por mi vida, ya no es como en el período de los sesenta a los ochenta. Si quisieran matarme, ya lo habrían hecho hace tiempo. El gobierno sabe dónde encontrarme, tiene intervenido mi celular. No me escondo, denuncio los problemas y acuso al gobierno cuando es necesario. El miedo no me paraliza, me refuerza, me impulsa a rebelarme ante las injusticias. Eso no quita que un día puedan decidir matarme.

Entrevista realizada por Samuel Grumiau y Mathieu Debroux


(1) La Central General de Trabajadores de Guatemala es, junto con la CUSG (Confederación de Unidad Sindical de Guatemala), una de las dos afiliadas de la CSI de Guatemala.

(2) Se informó a los integrantes de esta misión en común de la CSI y la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) que la policía guatemalteca no había aislado debidamente el lugar del asesinato ni recogido evidencias esenciales, como así también que los investigadores no siguieron las pistas que podrían haberlos llevado a identificar a los autores del asesinato.