Entrevista con Antonio de Lisboa Amâncio Vale (CUT Brasil)

Antonio de Lisboa Amâncio Vale es Secretario de Relaciones Internacionales de la CUT Brasil y presidente del Instituto de Cooperación de la CUT (IC-CUT).

La CUT constituyó su Instituto de Cooperación en 2012 para promover programas y proyectos de cooperación ¿Qué tipo de cooperación la CUT está desarrollando?

Nuestra prioridad es la cooperación Sur-Sur, especialmente con los países de América Latina y África, por razones históricas y políticas. Nuestro país se encuentra en América Latina y tiene profundos lazos con muchos países ahí y con el movimiento sindical.

Vivimos situaciones muy similares: las luchas contra las dictaduras militares que se establecieron en nuestros países, la resistencia de los trabajadores y las trabajadoras, la organización sindical y de las centrales, todo esto nos ha acercado mucho más.

Con África, nuestros lazos son muy antiguos; provienen desde la esclavitud y, por este pasado, Brasil tiene una deuda histórica incalculable. Más allá de eso, somos parte de la Comunidad de los Pueblos de Habla Portuguesa, es decir, también tenemos vínculos culturales y no sólo el idioma, sino también la música, el baile etcétera.

¿Entonces la cooperación que el IC-CUT hace se basa en la solidaridad?

Sí, se basa en la solidaridad de clase, de la clase obrera. Estamos convencidos de que la clase obrera es internacional y, con la globalización del capital, nuestras luchas se han convertido cada vez más internacionales. Tenemos que luchar contra la “financiarización” del capital y la presencia cada vez mayor de las multinacionales en un mundo con creciente desigualdad. La lucha para cambiar todo eso nos une y por eso trabajamos con organizaciones que, como nosotros, están afiliados a CSI.

¿Usted podría reportarnos un resumen de los proyectos que el IC-CUT está apoyando?

En América del Sur, hemos desarrollado proyectos de comunicación con la CUT Chile, proyecto de formación sindical, internalización de la Central y la comunicación con la CUT Auténtica de Paraguay.

En América Central, desarrollamos en colaboración con la CSN-Quebec, Alternatives – Canadá y la ELA del País Vasco, un proyecto con CUT Honduras y CST – Nicaragua: es un proyecto de formación sindical en diversos temas: comunicación, juventud, las mujeres, seguridad social, entre otros.

En el Caribe, apoyamos el proyecto CSI-CSA desarrollado en Haití. También trabajamos con Sintracobal, de Costa Rica y en 2014 desarrollamos un proyecto con varias centrales de El Salvador que construyeron la Plataforma de la Clase Obrera, una referencia a las luchas estratégicas.

En África, hemos desarrollado proyectos de capacitación en el área de Seguridad de los Trabajadores en Angola y en la actualidad apoyamos a la Asociación de Trabajadores de la Economía Informal (AEIMO) en Mozambique, organización afiliada a la OTM. Todavía con la OTM, desarrollamos la formación sindical en el PANAF, programa de educación de base que está presente en 15 países de lenguas inglesa y francesa y ahora comienza en portugués.

Incluso en África desarrollamos con la colaboración de la UNTC-CS un proyecto de recuperación de su Centro de Formación Sindical, una forma importante de formación de líderes.

En tan poco tiempo, el IC-CUT ha hecho mucho, ¿no?

Creo que podríamos haber hecho más si hubiéramos tenido el apoyo del Estado brasileño, pero la CUT sólo tiene recursos propios, por lo tanto limitados. Sin embargo, estamos, con otras organizaciones, tratando de negociar con el Gobierno cambios en el marco regulatorio de la cooperación.