En primer plano – Entrevista a Maung Maung (FTUB – Birmania)

“Dentro del país hay una continua y creciente oleada de represión.”

Secretario General de la Federación de Sindicatos de Birmania (FTUB) y del Consejo Nacional Sindical de Birmania (NCUB). Maung Maung denuncia la actual represión y reitera su solicitud, apoyada por el movimiento sindical internacional, de que se apliquen sanciones económicas más severas contra el régimen dictatorial birmano.

¿Cuánta represión hay actualmente en su país, Birmania?

En el país hay una oleada continua y creciente de represión. En un principio la represión iba solamente contra los monjes y los monasterios pero ahora también llega a los hogares de los militantes.
Los militares filmaron y fotografiaron (las manifestaciones de octubre de 2007) y utilizaron ese material para identificar a las personas de las distintas localidades e inclusive de las zonas rurales. Esas personas son las que ahora están cayendo en el círculo de la represión.

¿Sería correcto afirmar que el movimiento sindical internacional y la FTUB están realmente en la vanguardia de la lucha por los derechos humanos y la democracia en Birmania?

Lo que venimos haciendo durante los últimos 18 años es tratar de concienciar a la población, hacerle saber que tiene derecho de dar su opinión y de plantar cara a los dirigentes y decir “esto no es justo”. Hemos venido haciendo seminarios y programas de formación dentro de la comunidad, de los lugares de trabajo, de las fábricas y de diversas zonas industriales. Por ejemplo, les dijimos que los trabajadores y trabajadoras deberían estar representados por un sindicato por lo que es correcto que reclamen tener sindicatos independientes en los lugares de trabajo.

También trabajamos con la OIT y la CSI en programas de formación sobre los derechos de los trabajadores, sobre las responsabilidades que tiene los miembros de los sindicatos y sobre el hecho de que la lucha por los derechos sindicales es también una lucha por derechos humanos.
¿Entonces la mayor parte de esta labor se lleva a cabo de manera clandestina y los encargados de ella corren grandes riesgos?

Hay dos etapas. En primer lugar, hacemos seminarios y sesiones de formación en los países limítrofes. Son talleres abiertos y no se hace publicidad. Pero las personas que participan proceden de territorio birmano. Se les da información básica sobre derechos sindicales, sobre los derechos básicos de los trabajadores y nociones sobre las normas internacionales del trabajo...

Cuando esas personas vuelven al país continúan trabajando clandestinamente haciendo programas de formación a escondidas.

¿Debemos entender en consecuencia que las personas que llevan a cabo los cursos de formación y los militantes están en realidad arriesgando sus vidas al hacer este tipo de tarea?

Para darle una idea, le diré que últimamente en Birmania fueron arrestados seis jóvenes y se los condenó a 28 años de cárcel porque trataban de llevar a cabo conversaciones en el Centro Estadounidense. Antes de eso, 13 personas fueron detenidas porque trataban de organizar un seminario. En el año 1996 tuvo lugar un problema similar cuando el régimen arrestó a dos de nuestros dirigentes y los condenó a cadena perpetua.

Arriesgan su vida y lo hacen todos los días. Hay personas que fueron torturadas. Se vive con mucha tensión. A los sindicalistas se los trata inclusive peor que a los presos políticos de la LND (Liga Nacional por la Democracia) o que a los estudiantes. El régimen los pone aparte y les da un trato muy duro.

¿Qué tipo de castigo o torturas se les ha dado a sindicalistas?

No se les permitió nunca que estuvieran representados. Sus familiares fueron amenazados. A algunos se los puso en jaulas para perros. Se los encerró con los perros de la cárcel. Les ataron las muñecas detrás de la espalda para que no pudieran comer con las manos. Los obligaban a comer con la boca como los perros. Éste es el tipo de cosas por las que tienen que pasar nuestros miembros.

¿Los trataban entonces como a perros o incluso peor?

Los obligaban a sentarse como perros. Cuando se pasaba lista no podían ponerse de pie como hombres sino que tenían que sentarse como perros y ladrar. Ése es el trato inhumano que reciben nuestros miembros.

¿Por qué el movimiento sindical internacional y la FTUB reclaman que se haga un boicot económico completo contra Birmania como arma para derrotar a la junta?

Tenemos que hacerlo. Quienes están en contra de las sanciones dicen que el pueblo pasará tanta hambre que morirá gente, que las personas perderán sus puestos de trabajo. Es verdad que algunos perderán sus empleos pero no nos moriremos de hambre.

Casi todo lo que entra o sale de Birmania tiene que pasar por un conglomerado denominado Union of Myanmar Economic Holdings. Este conglomerado fue creado por los militares quienes poseen el 100 por ciento del mismo y se ocupan de su administración. Todo –desde la importación de una aguja hasta la de un avión, absolutamente todo- pasa por ese sistema.

Tomemos como ejemplo las minas de jade, el negocio de gemas o incluso el turismo. Para dedicarse a cualquiera de esas actividades hay que tener una licencia de los militares. Por lo tanto, ellos son los que obtienen el grueso de las ganancias. Por eso sostenemos que las sanciones sobre las importaciones o las exportaciones realmente afectarán a los militares y por eso pedimos que se las impongan.

Esto nos lo han dicho inclusive personas de los estratos más bajos de la población, los trabajadores de las fábricas, los obreros de los talleres... Nos dijeron: “Directamente cierren. Quizás pasemos hambre durante un mes o dos. Pero es mejor eso y que cambie el sistema antes que tener que seguir toda la vida sufriendo de esta manera.

¿Qué sucede con los inversores y las empresas extranjeras que comercian con Birmania?

Esa gente dice que con sus actividades les dan a los habitantes de Birmania la posibilidad de obtener ingresos. Pero los empleadores engañan a los trabajadores. Actúan en connivencia con el régimen militar. No les pagan a los trabajadores un monto adecuado por las horas de trabajo regulares. Obligan a los trabajadores a hacer horas extraordinarias y con ellas apenas si perciben el salario básico.

Se está perjudicando a los trabajadores. Éstos no tienen derecho de tener ninguna representación sindical. En la industria del textil y el vestido no se concede licencia de maternidad. Cuando una mujer sale con licencia de maternidad pierde su trabajo. Si una persona se rehúsa tres veces a hacer horas extraordinarias, la despiden. A ningún trabajador le gusta trabajar de esa manera.

¿Cuánto gana como promedio un trabajador manual en dólares estadounidense?

El jornal es de menos de 30 centavos. Se paga menos de 30 centavos el día de trabajo.

¿Quiere decir que los inversores extranjeros están mintiendo y explotan a los pobladores de Birmania?

Exacto. Están explotando a la gente y ya he dicho estas cosas en los Países Bajos y en otros países de Europa y del resto del mundo. Les pedí que me explicaran por qué aceptaban el nivel de salarios que se paga y no supieron darme una respuesta.

¿Cree que su campaña para que se tomen sanciones económicas totales tendrá éxito?

Es demasiado pronto como para que se vean los resultados. El régimen procura a toda costa conseguir divisas. Le está costando conseguir dólares estadounidenses y euros. A pesar de todas las inversiones de China, India, Japón y otros países asiáticos, las exportaciones están destinadas en especial a Europa y Estados Unidos. Hemos conseguido que Estados Unidos bloqueara la mayor parte de sus importaciones y ahora procuramos que también lo haga Europa. Si conseguimos que Europa y Australia nos respalden, muy pronto deberían comenzar a verse los resultados.

El elemento clave es que todos desean que en Birmania haya estabilidad, especialmente los países limítrofes, como China, India y Tailandia. Creo que con la ola de respaldo que se está formando en la comunidad internacional y con lo que está sucediendo en Birmania, China y la India comienzan a darse cuenta de que no podrán apoyar al régimen indefinidamente.

¿Qué piensa deberían hacer los sindicalistas para ayudar a su causa?

En primer lugar, es necesario que presten atención a lo que hacen sus respectivos gobiernos. Es necesario controlar quién comercia con Birmania. Los sindicatos deberían tratar de verificar si en sus países entra mercancía hecha en Birmania y, de ser así, informar dicho quebrantamiento de las sanciones. Por ejemplo, los trabajadores portuarios pueden negarse a manipular la carga de los barcos que llevan mercancía de o hacia Birmania. Los trabajadores de los aeropuertos pueden negarse a cargar combustible en los aviones que proceden de Birmania. Las personas que trabajan en servicios financieros podrían alertar sobre cualquier cosa que tuviera que ver con el régimen. Cuando alguien se entere de algo que tenga que ver con Birmania, debería hacer sonar la alarma.

Entrevista realizada por David Browne (Parachute Pictures)